Los diarios y distintos medios de comunicación nos comunican que día a día suceden innumerables incidentes en calles y rutas, algunos de ellos con consecuencias fatales. Muchas veces los choques se producen por la imprudencia de conductores y peatones que intencionalmente pasan por alto las normas de tránsito, pero también se originan porque no estamos realmente atentos al tránsito, porque manejamos distraídos…
Si tenemos en cuenta que mientras manejamos debemos, entre otras cosas: evaluar la distancia que mantenemos con los otros vehículos, prever las posibles maniobras que harán otros conductores y observar las señales de tránsito… y todo esto hay que realizarlo a cada segundo que vamos conduciendo, podemos empezar a comprender por qué se insiste en que la conducción requiere nuestra total atención. Porque una interpretación errónea de la información del tránsito, puede causar un accidente, en algunos casos fatal…
Según las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2020 la accidentología vial será la tercera causa de muerte en el mundo, mientras que en el 2002 era número once… por eso, si no actuamos en forma preventiva, los países en vías de desarrollo, como la Argentina serán los más afectados…
Por esta razón, es importante que recordemos que la prevención es poder anticiparse a un riesgo y actuar en consecuencia para evitar el daño. De esta forma vemos que no podemos circular distraídos por la vía pública, es fundamental que todos nuestros sentidos estén puestos en lo que estamos haciendo… De lo contrario será imposible bajar los índices de muertos y lesionados por choques en la vía pública…
Como ciudadanos, tenemos derecho a vivir dentro de parámetros razonables de seguridad y dentro de ese derecho se encuentra el derecho a un “tránsito seguro”… lo importante en este sentido es recodar que todo derecho también implica un deber. Es decir, tenemos derecho a exigir que los demás respeten las normas de tránsito para no poner nuestra vida en peligro, pero también debemos respetarlas para no poner en peligro la vida de los demás…
Tengamos presente siempre que si no somos responsables y cuidadosos, y si no respetamos las normas de tránsito, estaremos ante un riesgo permanente…
Sólo cambiando nuestra actitud podremos disminuir las colisiones en el tránsito. Podemos prevenir muertes y lesiones, algo que a todos nos conviene, porque también disminuye en números considerables lo que gasta el Estado anualmente, y lo que gasta cada uno de nosotros en la atención de un accidentado… La prevención de accidentes es una inversión en dinero y en calidad de vida para todos….