El diagnostico del TDAH en adultos.

in adhd •  7 years ago  (edited)

Para quienes piensan en buscar una  evaluación para el TDA/H, esta página da una serie de pautas sobre qué  deben esperar de dicha evaluación. Este apartado describe:  

  • los síntomas comunes del TDA/H en adultos
  • cómo se evalúa a un adulto por un posible TDA/H
  • qué debemos esperar al solicitar una evaluación profesional de TDA/H

¿Qué es el TDA/H?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA/H) es un  trastorno neurobiológico común que afecta al 5-8% de niños en edad  escolar, con síntomas que persisten en la edad adulta hasta en un 60% de  los casos (es decir, aproximadamente un 4% de los adultos). En la mayoría de los casos, el TDA/H tiene causas genéticas, y se da  en algunas familias más que en otras. El TDA/H es una afección crónica  que afecta a niños, adolescentes y adultos de todas las edades. Afecta  tanto a hombres como a mujeres, y a personas de todas las razas y  características culturales. Entre los síntomas y problemas comunes debidos al TDA/H se encuentran:  

  • Falta de atención y facilidad excesiva de distracción
  • Inquietud física o hiperactividad
  • Impulsividad excesiva; decir o hacer cosas sin pensar
  • Postergación de actividades de manera excesiva y crónica
  • Dificultad para comenzar tareas
  • Dificultad para completar tareas
  • Perder cosas con frecuencia
  • Falta de habilidades de organización, planificación y gestión del tiempo
  • Olvido excesivo

No todas las personas que padecen TDA/H muestran todos los síntomas,  ni tampoco toda persona con TDA/H experimenta los síntomas con el mismo  nivel de gravedad o discapacidad. Algunas personas tienen un TDA/H leve,  mientras que en otras, el TDA/H produce impedimentos significativos. El  TDA/H puede causar problemas en la escuela, el trabajo y la carrera  profesional, en el hogar, la familia y las relaciones, y en tareas de la  vida cotidiana. El TDA/H es un trastorno de origen neurobiológico, que afecta a  ciertas funciones cerebrales. No existe cura para el TDA/H, si bien,  cuando se diagnostica y trata de manera apropiada, puede manejarse,  logrando una mayor satisfacción en la vida y mejoras significativas en  el funcionamiento diario. Muchos individuos con TDA/H llevan vidas  felices y plenas. Un diagnóstico preciso es el primer paso para aprender  a controlar el trastorno de manera efectiva. 

¿Cómo se diagnostica el TDA/H?

No existe ninguna prueba médica, física o genética para el TDA/H. Sin  embargo, un médico cualificado que recopile la información completa y  adecuada puede realizar una evaluación de diagnóstico. Entre esta  información se encuentran listas de evaluación de síntomas de TDA/H, las  escalas estandarizadas de calificación de la conducta, una historia  detallada del funcionamiento pasado y presente, así como la información  proporcionada por familiares u otros seres queridos que conocen bien a  la persona. El TDA/H no puede diagnosticarse con precisión sólo con una  breve observación en la consulta, o hablando con la persona. Es probable  que la persona no siempre exhiba síntomas de TDA/H en el consulta, y  quien diagnostica necesita tener una historia completa de la vida del  individuo. Un diagnóstico de TDA/H debe considerar la posible presencia  de otras afecciones simultáneas (comórbidas). Las directrices clínicas para diagnosticar el TDA/H se encuentran en  el Manual de Diagnóstico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría  (American Psychiatric Association), comúnmente conocido como DSM-IV-TR  (Manual Estadístico y de Diagnóstico de los Trastornos Mentales, Cuarta  Edición, Texto Revisado). Estas directrices son ampliamente utilizadas  en la investigación y en la práctica clínica. Durante una evaluación, el  médico tratará de determinar hasta dónde esos síntomas son aplicables  al individuo, actualmente y desde su niñez. A continuación se mencionan  los síntomas de TDA/H, según el DSM-IV-TR: 

Síntomas de inatención


  1. A menudo no presta atención a los detalles, o comete errores por  descuido, en el trabajo escolar, en el trabajo, o en otras actividades
  2. A menudo tiene dificultad para mantener la atención en tareas o juegos
  3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente
  4. A menudo no sigue las instrucciones hasta el final, y no finaliza  tareas escolares o deberes en su puesto de trabajo (no por oposición o  falta de comprensión)
  5. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
  6. A menudo evita, le disgusta o es reacio a realizar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido
  7. A menudo pierde objetos necesarios para sus tareas o actividades
  8. A menudo se distrae fácilmente con estímulos externos
  9. A menudo es olvidadizo con las tareas diarias

Síntomas de hiperactividad


  1. A menudo mueve o retuerce nerviosamente las manos o los pies
  2. A menudo abandona su asiento en clase, o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado
  3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es  inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos, podría limitarse a  sentimientos subjetivos de inquietud)
  4. A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades recreativas
  5. A menudo está en movimiento o actúa como si tuviera un motor
  6. A menudo habla en exceso

Síntomas de impulsividad


  1. A menudo responde antes de que se haya terminado de formular las preguntas
  2. A menudo tiene dificultades para esperar su turno
  3. A menudo interrumpe o importuna a los demás (se entromete en conversaciones o juegos)

Un  médico determinará el diagnóstico de TDA/H en función de la cantidad y  gravedad de los síntomas, su duración, y el grado en que estos síntomas  causan impedimentos en las diversas áreas de la vida (por ejemplo, la  escuela, el trabajo, el hogar). Es posible reunir los criterios de  diagnóstico para el TDA/H sin mostrar ningún síntoma de hiperactividad o  impulsividad. Además, el médico debe determinar si estos síntomas son  causados por otras afecciones, o se ven influenciados por afecciones  coexistentes.

Es importante destacar que la presencia de impedimentos  significativos en, al menos, dos ámbitos importantes en la vida de la  persona es fundamental para el diagnóstico del TDA/H. Se entiende por  impedimento la forma en que el TDA/H interfiere en la vida del  individuo. Ejemplos de impedimentos podrían ser: perder un empleo debido  a los síntomas del TDA/H, experimentar conflictos y problemas excesivos  en el matrimonio, tener problemas financieros por gastar de modo  impulsivo o no pagar las cuentas con puntualidad, o tener que abandonar  la carrera universitaria debido a las bajas calificaciones. Si el  individuo manifiesta una variedad de síntomas del TDA/H, pero no  manifiesta impedimentos significativos, tal vez no reúna los criterios  de TDA/H como trastorno clínico. El DSM-IV TR especifica tres subtipos principales de TDA/H:  

  1. Subtipo predominantemente inatento. El individuo tiene sobre todo dificultades con la atención, organización y seguimiento.
  2. Subtipo predominantemente hiperactivo/impulsivo. El individuo tiene  sobre todo dificultades con el control de los impulsos, la inquietud y  el autocontrol.
  3. Subtipo combinado. El individuo tiene síntomas de falta de atención, impulsividad e inquietud.

Escalas de autoevaluación en Internet

Hay muchos sitios de Internet sobre el TDA/H que ofrecen varios tipos  de cuestionarios y listas de síntomas. Esos cuestionarios no están  estandarizados ni validados científicamente, y nunca debes usarlos para  autodiagnosticarte o diagnosticar a otra persona con TDA/H. Sólo un  profesional cualificado puede ofrecerte un diagnóstico válido. 

¿Quién está calificado para diagnosticar el TDA/H?

La evaluación y diagnóstico del TDA/H de adultos debe ser realizada  por un profesional de la salud cualificado: médico (psiquiatra,  neurólogo, médico de familia o pediatra) o psicólogo clínico. Cualquiera que sea el profesional elegido, es importante comprobar su  capacitación y experiencia en el trabajo con adultos que padecen TDA/H.  Para obtener un diagnóstico preciso y un programa efectivo de  tratamiento, suelen ser más importantes el conocimiento y la experiencia  profesional en el TDA/H de adultos que el tipo de titulación. Por lo  general, los profesionales cualificados no tienen problemas para  informar sobre su formación y experiencia con TDA/H de adultos. La  reticencia a suministrar esta información podría hacer aconsejable  recurrir a otro profesional. 

¿Cómo encuentro a un profesional calificado para diagnosticar el TDA/H?

Pídele a tu médico una remisión a un profesional calificado para  realizar evaluaciones de TDA/H para adultos. Si hay una asociación o  grupo de apoyo para el TDA/H en su localidad, podría serte muy útil  acudir y hablar con ellos. Es probable que hayan acudido a diferentes  profesionales y puedan darte información sobre ellos. 

¿Cómo puedo saber si necesito una evaluación de TDA/H?

La mayoría de adultos que creen necesitar una evaluación para el  TDA/H experimentan problemas significativos en una o más áreas de su  vida. Entre los más comunes, están:  

  • Rendimiento irregular en su empleo o profesión; perder o dejar su empleo con frecuencia
  • Antecedentes de menor rendimiento académico y/o profesional
  • Poca habilidad para manejar responsabilidades cotidianas, como  realizar las tareas o reparaciones domésticas, pagar sus cuentas,  organizarse
  • Problemas en sus relaciones debidos a no completar sus tareas,  olvidar cosas importantes, o enfadarse con facilidad por cosas sin  importancia
  • Estrés y preocupación crónicos, por no alcanzar las metas ni cumplir con sus responsabilidades
  • Sentimientos crónicos e intensos de frustración o culpabilidad

Un profesional cualificado puede determinar si estos problemas se  deben al TDA/H, a otra causa, o a una combinación de éstas. Aunque  algunos síntomas del TDA/H son evidentes desde edad temprana, algunas  personas pueden no experimentar problemas significativos hasta más  adelante. Por ejemplo, algunas personas muy inteligentes compensan los  síntomas de TDA/H y no experimentan problemas significativos hasta  llegar al Bachillerato o la Universidad, o hasta empezar a trabajar. En  otros casos, los padres proporcionaron un ambiente altamente protector,  estructurado y de apoyo, minimizando el impacto de los síntomas del  TDA/H hasta que el individuo se ha independizado. 

¿Cómo debo prepararme para la evaluación?

La mayoría de las personas siente nervios y temor ante una evaluación  para detectar cualquier tipo de afección, como el TDA/H. Esto es  normal, y no debe ser obstáculo para buscar esa evaluación, si  experimentas problemas significativos en tu vida y sospechas del TDA/H.  Desgraciadamente, algunos de los mitos más comunes sobre el TDA/H (como  que sólo ocurre en niños, o que la persona está buscando una excusa)  hacen que muchas personas sean reacias a buscar ayuda. A muchos profesionales les resulta útil revisar antiguos boletines de  notas viejas u otros registros escolares, desde la guardería o la  educación infantil. Si tienes esos registros, llévalos a la primera  consulta. Lleva también copia de cualquier informe de evaluación  psicológica previa. Los adultos que experimentan problemas en su trabajo  deben llevar las evaluaciones laborales para su revisión, si estuvieran  disponibles. Muchos profesionales te pedirán que completes y entregues una serie  de cuestionarios antes de la evaluación, y que identifiques a un ser  querido que también participe en fases de esa evaluación. Completar y  entregar los cuestionarios de forma puntual agilizará la evaluación.  

¿Qué es una evaluación completa?

Aunque los procedimientos y herramientas de evaluación varían  ligeramente de un médico a otro, ciertos protocolos se consideran  esenciales para una evaluación completa. Entre éstos se incluyen:  

  • Una entrevista de diagnóstico completa,
  • Información de fuentes independientes como el cónyuge u otro familiar,
  • Listas de comprobación de síntomas del DSM-IV,
  • Escalas estandarizadas de evaluación de la conducta para el TDA/H,
  • Otras evaluaciones psicométricas que el médico considere necesarias.

Estas herramientas se comentan detalladamente a continuación. 

La entrevista de diagnóstico: síntomas del TDA/H

La parte más importante de una evaluación completa del TDA/H es una  entrevista estructurada o semi-estructurada, que proporciona una  historia detallada del individuo. En una entrevista “estructurada” o  “semi-estructurada”, el entrevistador plantea una serie de preguntas  estandarizadas y predeterminadas, para aumentar la fiabilidad y  disminuir la probabilidad de que otro entrevistador obtenga conclusiones  distintas. Esto permite al médico cubrir un amplio espectro de temas,  comentar asuntos relevantes detalladamente, y hacer preguntas de  seguimiento, al tiempo que se asegura la cobertura de las áreas de  interés. El examinador revisará los criterios de diagnóstico para el  TDA/H y determinará cuántos de ellos se aplican a la persona, tanto en  la actualidad como en la niñez. El médico también determinará hasta qué  punto interfieren estos síntomas del TDA/H en la vida de la persona. 

La entrevista de diagnóstico: otros trastornos psiquiátricos

El médico también llevará a cabo una revisión detallada de otros  trastornos psiquiátricos que podrían parecerse al TDA/H, o que suelen  coexistir con el TDA/H. El TDA/H raras veces se manifiesta solo. De  hecho, la investigación ha revelado que muchas personas con TDA/H tienen  una o más afecciones coexistentes. Entre las más comunes se encuentran  la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos del aprendizaje  y los trastornos por uso de sustancias. Muchas de estas afecciones  presentan síntomas similares a los del TDA/H, y podrían de hecho ser  confundidas con éste. Una evaluación completa incluye una entrevista para evaluar y  detectar afecciones coexistentes, a fin de diagnosticarlas y tratarlas.  No hacerlo suele conducir al fracaso en el tratamiento del TDA/H. Y  especialmente cuando los síntomas del TDA/H son consecuencia de la  depresión, ansiedad, o algún otro trastorno psiquiátrico y éstos no se  detectan, se tratará incorrectamente a la persona por TDA/H. En otros  casos, tratar el TDA/H eliminará el otro trastorno y la necesidad de un  tratamiento independiente. Es probable que el médico pregunte también sobre los antecedentes de  salud de la persona, su historia de desarrollo a partir de la temprana  infancia, y sus antecedentes académicos, laborales, familiares,  sentimentales y sociales. 

Participación de un ser querido

Para el médico, también es esencial entrevistar a una o más fuentes  independientes, por lo general un ser querido (cónyuge, familiar, padre,  pareja) que conozca bien a la persona. El propósito de este  procedimiento no es cuestionar la sinceridad de la persona, sino obtener  información adicional. Muchos adultos con TDA/H tienen una memoria imprecisa o mala de su  pasado, sobre todo de la infancia; pueden recordar detalles específicos,  pero olvidar diagnósticos que recibieron o problemas que  experimentaron. Por tanto, el médico puede solicitar que los padres de  la persona evaluada completen un perfil retrospectivo del TDA/H, que  describa la conducta en la infancia. Muchos adultos con TDA/H pueden también tener una conciencia limitada  de cómo su conducta relacionada con el TDA/H les causa problemas a sí  mismos o a los demás. En el caso de parejas, es útil que el médico los  entreviste juntos cuando revise los síntomas del TDA/H. Ese  procedimiento ayuda al cónyuge a tener una comprensión precisa y una  actitud empática acerca del impacto de los síntomas del TDA/H sobre la  relación, y prepara el terreno para mejorar esa relación tras el  diagnóstico. Finalmente, se debe tener en cuenta que muchos adultos con TDA/H se  sienten profundamente frustrados y avergonzados por los continuos  problemas que su trastorno les causa. Es muy importante que la persona  evaluada comente estos problemas de manera abierta y sincera, que no  oculte información por vergüenza o miedo a la crítica. La calidad de la  evaluación, y la precisión del diagnóstico y de las recomendaciones de  tratamiento, dependerán en gran parte de la exactitud de la información  suministrada. 

Escalas estandarizadas de calificación de la conducta

Una evaluación completa incluye la aplicación de una o más escalas  estandarizadas de evaluación de la conducta. Una de las escalas de  evaluación podría ser la lista de comprobación para el TDA/H del  DSM-IV-TR reseñada anteriormente. Se trata de cuestionarios basados en  investigaciones que comparan las conductas de las personas con TDA/H y  las de personas que no padecen el trastorno. Las puntuaciones en las  escalas de calificación no se consideran un diagnóstico en sí mismas,  pero son una importante fuente de información objetiva en el proceso de  evaluación. La mayoría de médicos piden a la persona que se somete a la  evaluación y a un ser querido que completen esas escalas de evaluación. 

Evaluación psicométrica

Dependiendo de la persona y de los problemas que se aborden, se  podrán realizar evaluaciones adicionales psicológicas,  neuropsicológicas, o de trastornos del aprendizaje, según sea necesario. Éstas no diagnostican el TDA/H directamente, pero pueden suministrar  información importante sobre las maneras en que el individuo se ve  afectado por él. La evaluación también puede ayudar a determinar la  presencia y los efectos de afecciones coexistentes. Por ejemplo, para poder determinar si un individuo tiene un trastorno  del aprendizaje, se realizará una prueba de capacidad intelectual,  además de una prueba de logros académicos. 

Examen médico

Si el individuo que está siendo evaluado no se ha sometido a un  examen físico recientemente (dentro de los 6 a 12 meses anteriores), se  recomienda un examen médico, para descartar causas médicas de los  síntomas. Algunas afecciones médicas, como problemas de tiroides o  trastornos convulsivos, pueden causar síntomas parecidos a los del  TDA/H. Un examen médico no diagnostica el TDA/H, pero es extremadamente  importante para ayudar a descartar otras afecciones o problemas. 

Conclusión

Hacia el final de la evaluación, el médico integrará la información  que ha recolectado por medio de las distintas fuentes, completará un  informe escrito y les dará al individuo y su familia su diagnóstico  sobre el TDA/H, además de cualquier otro trastorno psiquiátrico o de  aprendizaje que identificado durante la evaluación. Entonces, el médico revisará las opciones de tratamiento y ayudará al  individuo a planificar la intervención médica y psicosocial apropiada.


Fuente : http://chadd.org/Understanding-ADHD/For-Adults/Diagnosis-of-ADHD.aspx 

PDF : http://chadd.org/Portals/0/Content/CHADD/NRC/Factsheets/Diagnosis.pdf

Traducción por : https://tdahvitoriagasteiz.com/el-tdah/el-diagnostico-del-tdah-en-adultos/

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