Psicoplastógenos
Fuente de la imagen:geneticliteracyproject.org
Akel, Rizcalla
Miranda, Venezuela
Abstract
Investigaciones realizadas recientemente sugieren que el suministro controlado de sustancias psicotrópicas de carácter serotonérgico -como el LSD, el MDMA, el DMT, la Ketamina, entre otros-, que entran en una nueva clasificación denominada Psicoplastógenos, pueden tener un impacto positivo en la salud de individuos con impedimentos y problemas cognitivos y/o emocionales relacionados a enfermedades y padecimientos neurodegenerativos y/o neuropsiquiátricos. Se pretende reseñar las posibles aplicaciones terapéuticas del uso de estas sustancias psicotrópicas serotonérgicas para el tratamiento de dichas enfermedades así como sus posibles aplicaciones prácticas para la modificación de parámetros de conducta de individuos sometidos a dosis controladas de las mismas en combinación con otro tipo de tratamientos de carácter psicoterapéutico.
Palabras Clave— Psicotrópico, Serotonérgico, LSD, MDMA, DMT, Ketamina, Psicoplastógeno, Neurodegenerativo, Neuropsiquiátrico.
I. Introducción
Gracias al desarrollo tecnológico generalizado de las últimas décadas hemos podido documentar la existencia y fisio-patología de una amplia gama de enfermedades neurodegenerativas, así como también una gran variedad de otras enfermedades de carácter neuropsiquiátrico. Sin embargo, este tipo de enfermedades representa un problema bastante complicado de abordar para las ciencias modernas debido a lo poco que se sabe realmente sobre el funcionamiento de nuestro sistema nervioso. Debido a esto, no hemos sido capaces de desarrollar tratamientos efectivos para gran parte de este tipo de enfermedades. Esto sin contar además las limitaciones y regulaciones que se suelen imponer a las investigaciones relacionadas a la salud del ser humano y otras áreas similares debido a cuestiones éticas y de seguridad pública y sanitaria [6].
Otro problema relacionado a las investigaciones sobre posibles tratamientos para enfermedades neuropsiquiátricas o neurodegenerativas -como el Alzheimer- es que los investigadores y las casas farmacéuticas suelen tratar de abordar tales enfermedades de manera no global cuando usualmente la enfermedad es provocada por una amplia gama de factores, provocando así que dichos tratamientos sean inadecuados o ineficaces por sí solos [5].
Sobre este último asunto, y en relación a enfermedades como el Alzheimer, se ha comentado que gracias a lo que se ha podido observar en estudios recientes [4,5] existe la posibilidad de desarrollar tratamientos prácticamente globales para tales enfermedades en base al uso de sustancias psicotrópicas de carácter serotonérgico suministradas de manera crónica en dosis que no le impidan a los individuos desenvolverse con normalidad (microdosis) [1]. Sin embargo, debido a la naturaleza de dichas sustancias, las regulaciones internacionales y la posibilidad de abuso de las mismas, no había sido permitida una investigación más exhaustiva de su uso en tratamientos en humanos [6].
Las enfermedades neurodegenerativas suelen tener una fisio-patología similar representada generalmente por la pérdida de sinapsis neuronales, la reducción de la densidad de espinas dendríticas, así como también la muerte de neuronas en regiones específicas del cerebro y la degeneración de otras células no neuronales [2]. Recientemente, se han encontrado evidencias que sugieren que existe una relación entre el consumo de sustancias psicotrópicas serotonérgicas y el incremento de la densidad de espinas dendríticas, el incremento en el crecimiento de neuritas, el incremento de la generación de sinapsis neuronales, y en general, un incremento de la plasticidad neuronal -la capacidad de cambiar y adaptarse en respuesta a estímulos [3]-. Adicionalmente, se logró acuñar el término Psicoplastógenos para describir toda una gama de sustancias caracterizadas por su pequeño tamaño y su capacidad de promover la plasticidad neuronal en períodos de tiempo relativamente cortos después de una sola administración [3,4].
En la presente reseña se busca destacar una serie de trabajos realizados que sugieren que el suministro controlado de sustancias psicotrópicas de carácter serotonérgico -como el LSD, el MDMA y el DMT- pueden tener un impacto positivo en la salud de individuos con impedimentos y problemas cognitivos y emocionales relacionados a enfermedades neurodegenerativas y neuropsiquiátricas. No solo esto, también se pretende profundizar en las posibles aplicaciones prácticas del uso de estas sustancias psicotrópicas serotonérgicas para la modificación de parámetros de conducta de individuos sometidos a dosis controladas de las mismas en combinación con otro tipo de tratamientos de carácter psicoterapéutico.
Referencias
Bershad, A., Schepers, S., Bremmer, M., Lee, R. and de Wit, H., 2019. Acute Subjective and Behavioral Effects of Microdoses of Lysergic Acid Diethylamide in Healthy Human Volunteers. Biological Psychiatry, 86(10), pp.792-800.
Kocahan, S. and Doğan, Z., 2017. Mechanisms of Alzheimer’s Disease Pathogenesis and Prevention: The Brain, Neural Pathology, N-methyl-D-aspartate Receptors, Tau Protein and Other Risk Factors. Clinical Psychopharmacology and Neuroscience, 15(1), pp.1-8.
Ly, C., Greb, A., Cameron, L., Wong, J., Barragan, E., Wilson, P., Burbach, K., Soltanzadeh Zarandi, S., Sood, A., Paddy, M., Duim, W., Dennis, M., McAllister, A., Ori-McKenney, K., Gray, J. and Olson, D., 2018. Psychedelics Promote Structural and Functional Neural Plasticity. Cell Reports, 23(11), pp.3170-3182.
Olson, D., 2018. Psychoplastogens: A Promising Class of Plasticity-Promoting Neurotherapeutics. Journal of Experimental Neuroscience, 12, p.117906951880050.
Rosner, A., 2020. Microdosed LSD: Finally A Breakthrough For Alzheimer’S Disease?. [online] Forbes. Available at: https://www.forbes.com/sites/abbierosner/2020/02/21/microdosed-lsd-may-finally-be-the-breakthrough-for-alzheimers-disease/#2e9dfb0e53a8 [Accessed 21 March 2020].
Winkelman, M., 2015. Psychedelics as Medicines for Substance Abuse Rehabilitation: Evaluating Treatments with LSD, Peyote, Ibogaine and Ayahuasca. Current Drug Abuse Reviews, 7(2), pp.101-116.