El amor es una estrella tonta

Hace muchos años, mientras estaba en Valencia, y ni en mis más audaces fantasías me veía casado, conocí a una muchacha. No era muy bonita ni muy inteligente, pero despertaba mi interés.

Recuerdo que rompí su rigidez al decirle que me ponía las cosas demasiado cuesta arriba. Le propuse que tuviéramos una relación pero le advertí que ya yo tenía una novia en Cumaná. Al oír aquello, ella me miró con cara de grave indignación y me dijo, casi en un susurro, algo que no he podido olvidar:

¿Sabes qué?...
A mí se me hace que en esta vida
tú has tenido muchas oportunidades,
y las has desperdiciado.

Jamás una mujer me había llegado tan cerca sin darse cuenta... Sólo un poco más y me hubiese postrado a sus pies y le hubiese jurado amor eterno. Sentí como si me hubiera dicho:

"Yo podría amarte
como las raíces resecas aman la lluvia.
Yo podría sostenerte
como los tallos en el viento sostienen los pétalos.

Contempla la blanca espuma del mar
y siente la soledad...
El amor es una estrella tonta.

Tú, y un murmullo de estrellas,
puede que mencionen mi nombre
y luego me olviden...
El amor es una estrella tonta"

Créditos del texto: Amaponian Visitor (@amaponian)
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