Bendito sea el sufrimiento que nos regala el entendimiento
las lágrimas que nos ayudan a liberar el dolor
los tropiezos que hacen mirar con precaución el camino
las caídas que nos enseñan a levantarnos
las angustias que nos dan templanza
la desesperación que nos invita a aprender a esperar
los trabajos que nos ayudan a valorar el esfuerzo que nos brindan triunfos
y las batallas que nos dan fracasos para darnos herramientas y ganar la guerra.
Bendita sea la injusticia que nos lleva a buscar la igualdad
y las cárceles que nos dan el anhelo de la libertad
los miedos que nos empujan a la valentía
la luz que nos muestra la oscuridad
los demonios que nos enseñan la maldad
y los ángeles que nos protegerán
los errores que a rectificar nos llevaran
lo que perdemos pues nos regala el valorar de lo que tenemos.
Bendito sea el hambre que nos regala el disfrutar los alimentos
la escases que nos empujara a buscar la abundancia
la impiedad que llevara nuestro espíritu a la virtud
la lujuria que nos enseñara la castidad
pues nos mostrara lo hermoso de entregarse al amor
y sentir su majestad.
Bendito sea el pecado que nos brinda la oportunidad de redimirnos
y la mentira que hace que amemos la verdad
la realidad en la adversidad que nos empuja a luchar
las dudas que nos hacen pensar
y los pensamientos que certezas nos hace encontrar.
Bendito sea el viento que te trajo a mi vida
pues él me regalo entender y sentir el amor
en toda su intensidad y me enseñó a respirar con libertad
a comprender el deseo y darle paso a los sentimientos
a volver los minutos eternos
Bendito sea la muerte que nos enseña
a vivir con intensidad
el tiempo que transcurre y nos da la eternidad
para ver toda su majestad
bendito sea la creación
que nos lleva a mirar al creador