Como un cuento con final feliz
así imaginaba la vida,
donde siempre el malo perdía todo
y llegaba rozagante aquel príncipe azul soñado
aparecía bello como ninguno,
todo un galán fuerte y varonil
que luchaba por ganarse el amor
de la bella doncella, yo.
La lucha era grande contra todos
contra los prejuicios sociales,
contra los deseos de los padres,
que veían como poca cosa
a la hermosa damita,
pero el amor ganaba siempre
se lograba vencer los obstáculos
y cuando eso sucedía bastaba decir
'y vivieron felices toda la vida'.
¿Es así la vida real?
No, todo tiene sus detalles,
cada sentimiento es conflictivo
por ello alguien me dijo una vez:
-'Si quieres saber cómo es... cásate y verás'.
Claro, les aclaró que admiro a aquellos valientes
que han aceptado el reto
yo todavía lo estoy pensando.
Sé que cada historia de amor es diferente,
pero también he visto que algunos por no esperar
se han desesperado tanto que,
en lugar de encontrar 'su media naranja'
han conseguido 'un medio limón'
que la vida les amarga.
Por eso no me desespero
hay que aprender a esperar, y seguir confiando
que 'aquel príncipe' sí llegará a mi vida
cuando yo le permita la puerta de mi corazón tocar.
Autor: Lobelia Pendás.
Desde Villa de Cura, Aragua. Venezuela
Imagen tomada de Google.