Pensé que desde abajo veía muy poco,
en mi mente de niño, pensé como loco.
Miré tantas paredes que no pude escalar,
tantos mundos oscuros que no pude explorar.
Desde entonces perdí el miedo, y ahora...
Parece que he subido demasiado alto,
parece que vengo desde muy bajo.
Pero en realidad no es así, y nunca lo ha sido.
Vengo en sinergía con lo que rige el mundo.
Intentando darme en fuga de mis ataduras.
Y ya me quedé con una que no me atrevo a soltar.