No sé si dormía, o en lo profético habitaba el mundo, multitudes, corazones esperanzados, liman barrotes con cursivas, tinta indeleble expresión de sangre libertaria, pintan ilusiones en papiros tristes, trazos que añoran que florezcan campos, líneas que invocan la ayuda divina de bañar con gracia a pueblo sufrido; ansiosas plumas dibujando luces que alumbran los cielos de mi tierra amada.
Despierto del sueño donde dormitaba y entro en mis sueños de una vida nueva, agarro mi pluma, cercioro su trazo para que no falle; entrego mi mano al Dios de la vida y a su Santo espíritu, para que las letras dibujen montañas de frases alegres; visión de futuro de amor y esperanza.