A veces, no puedo evitar dejarme llevar por las emociones, y frente a ciertos lugares, estremecerme involuntariamente, al ser plenamente consciente de que me inmiscuyo en ese escurridizo mundo, que son siempre las comparaciones. El edificio que les presento, cercano a la popular plaza madrileña de Chamberí, no tiene, en realidad, nada de siniestro, si bien ignoro por completo si en su longeva historia, ocurrió algún hecho trágico que pueda inducir, siquiera por un momento, a suponerlo. Pero visto así, con esos claroscuros y esas nubes, en lucha perpetua con el sol, no puedo, sino recordar aquél viejo refrán popular, que dice, en interpretación libre, que todo es relativo y depende del color del cristal con el que se mire.

Sometimes, I can not help but get carried away by emotions, and in front of certain places, involuntarily shudder, to be fully aware that I interfere in that elusive world, which are always comparisons. The building that I present to you, close to the popular Plaza de Madrid Chamberí, has, in fact, nothing sinister, although I completely ignore if in its long history, some tragic event occurred that could induce, even for a moment, to suppose it. But seen thus, with those chiaroscuros and those clouds, in perpetual struggle with the sun, I can not, but remember that old popular saying, which says, in free interpretation, that everything is relative and depends on the color of the glass with which one looks .

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