que rompe las piedras milenarias
de la gaviota
audaz picada
en busca de la presa
la carne en vivo
bajo las llamas
sobre mi rostro
las aristas frías del granizo
el viento
el sol
cegando mis ojos
quemando mi cuerpo
volcar
la tierra hirviente
que llevo dentro
mis más profundos sentimientos
hasta la centellante aurora
de mi realidad.