La fogosidad del artista

Cada vez que el caminante logra visitar un museo o una exposición de arte, trata de navegar en el porqué de la expresión artística; que pensaba o que sentimiento quiso/quiere trasmitir el artista. La niña morena del cuadro es la más bella de las creaciones para su padre, él quiso estampar la belleza del Creador a través de su hija. Las personas que asisten a un popular bar-restaurante de la isla caribeña, tienen a buen opinar que es hermosa la pequeña y a la vez una digna representación de la mujer isleña.

Otra apreciación de este compartir es que un día como ayer 6 de abril de 1520, la misma fecha de su cumpleaños 37, Raffaello Sanzio, un destacado pintor del renacimiento medieval, falleció al parecer, según rumores, por placeres carnales; sus biógrafos y allegados dijeron que fue mujeriego consumado, y estos placeres extralimitados le llevarían a la tumba. Claro que hace 500 años también hubo epidemias, enfermedad y muerte en Europa; pero, esas circunstancias sociales no le impidieron vivir una vida incontrolada a los placeres con mujeres.

El diario -lavanguardia.com- ayer 6 de abril resaltó esta curiosidad por la obra “La Fornarina” de Raffaello Sanzio, representa a -Margherita Luti- el sensual retrato, es quizás la última obra del autor, muestra los pechos desnudos de su mujer o de su amante, la mirada cálida de agradabilidad, y el vientre ligeramente cubierto con un velo. Dicen quienes le conocieron que, a la vez que pintaba los frescos, no dejaba de atender sus placeres para con su Madonna; pues fue en una alcoba íntima donde pinto el retrato.

Se podría concluir diciendo, que Raffaello Sanzio vivió de prisa como muchos jóvenes actuales, que quieren emular la vida y desorden de algunos artistas y deportistas.