Puedes confiar o no confiar en otros, ahora bien, en quien no debes jamás dejar de confiar nunca es en ti mismo. La razón es simple, si no crees en ti tu miedo te impedirá salir de tu zona de confort, pasando por la vida sin aprovechar las oportunidades que esta te brinda; intentar una idea de negocio que pudiera funcionar, decir que sí a alguien, decir que sí a alguien, hablar en público, establecer conversaciones con alguien que quieres conocer, conseguir lo que quieres, preguntar, levantar la mano, pedir lo que quieres, sentirte a gusto con quien eres, disfrutar más de la vida, etcétera. Todas estas cosas provienen de la confianza, la confianza que tengas en ti mismo, por desgracia, no es fácil mantener esa confianza... Un defecto, el ser diferentes, las críticas y los mensajes negativos de otros, incluso nuestros propios mensajes negativos que nos decimos una y otra vez, cuando algo no nos sale bien, una tendencia a idealizar a los demás, no conseguir los objetivos que nos hemos marcados, ser rechazados y cosas por el estilo, nos hace perder la confianza en nosotros mismos. Este es un problema generalizado y recurrente al que todos nos enfrentamos a diferentes momentos de nuestras vidas, ¡pero tiene solución! Explicaré 3 cosas que puedes hacer hoy mismo para tener una mayor confianza en ti.
1- Recordar tus logros pasados: En esta vida he hecho muchas cosas mal, pero también las he hecho bien, cuando la duda aparece y mi confianza flaquea me gusta mirar atrás a esos momentos que hice y conseguí algo bueno, algo que sentirme orgulloso y me digo a mi mismo, si pude lograrlo, entonces, también puedo hacerlo ahora. Es decir que la idea de obtener algo no es una cuestión de capacidad, porque bien, ya lo he hecho antes, sino de miedo, y una cuestión de compromiso y disciplina. Si has tenido éxito una vez ¡puedes volver a tenerlo!
El éxito en cualquier área de nuestra vida nos refuerza nuestra confianza en nosotros mismos. Así mismo refuerza a su vez nuestra confianza en otras áreas. Si has podido hacer algo bien, significa que puedes hacer muchas otras cosas bien, sean de esa área o de otra, cualquier logro servirá. Cuando tengas la confianza baja y dudes de ti mira atrás y busca algún logro o éxito que hayas conseguido en tu vida, revivir en tu mente esos momentos y tu confianza en ti mismo crecerá.
2- Actúa con confianza la tengas o no: La confianza es una emoción. ¿te sientes con confianza o no te sientes con confianza? Las emociones no se cambian con la lógica sino con la acción y los resultados que se derivan de esa acción y de otras acciones que llevamos a cabo, es por eso, que si sabes que debes sentir confianza, por el mero hecho de decir ‘’voy a sentir confianza porque la necesito’’ no va a cambiar tu estado de ánimo y si lo hace no durará mucho. Por eso te sugiero que inicies ese cambio mediante la acción, actúa en cada situación como lo haría una persona con confianza y poco a poco te irás convirtiendo en una persona con confianza.
Nuestro lenguaje no verbal (nuestra postura y nuestros gestos) afectan a cómo pensamos de nosotros mismos y a cómo nos sentimos. Y nuestra confianza depende de ese lenguaje no verbal y de lo que hacemos con nuestras acciones. La confianza y la seguridad mejorarán con la práctica, actúa con confianza aún así no te sientas con confianza y pronto lograrás ser una personas segura de sí misma.
3- Haz ejercicio a menudo y de forma regular: hacer ejercicio nos lleva a conseguir objetivos que nos marcamos y a ir mejorando poco a poco. Con cada entrenamiento logramos un sentimiento de logro que refuerza la confianza que tenemos en nosotros mismos. Hacer ejercicio mejora tu apariencia física, tener un buen aspecto influirá en una autoestima alta. Si te sientes bien con tu aspecto tu confianza aumenta. La confianza depende del autoestima, es decir, de la imagen que tienes de ti, de la percepción del valor que tienes en ti mismo. Una baja autoestima lleva a una baja confianza y una buena autoestima lleva a una buena confianza.

Debes confiar en ti, pues si no lo haces… nadie lo hará. Duda de otros si quieres… ¡pero nunca dudes de ti!