Y por más esfuerzo que hiciera en evadir sus palabras, siempre me encontraban.
Era un viaje por su memoria.
Incontables las veces que me absorbió sin aviso alguno.
De ella, la fuerza con que hablaba,
su actitud desenfrenada con la que se lanzaba a la vida.
Esa emoción. Esas ganas. Su valentía.
Escribiría acerca de todas las veces que la vi llorar,
y parecería que hablo de personajes distintos,
como si no existiera relación entre ellas,
como si muriera cada tanto
y renaciera en una mujer más fuerte
o más débil. Más sensible y más dura.
Bendito el día en que conoció el dolor, el rechazo y el desamor.
Y dieron tal resultado: una mujer que no se silencia.
Una mujer que no se rinde.
Una mujer que lo intenta.
Muchas gracias por leerme Att: Mercedes Carrera 😊
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