El barco a vapor Masparro fue una embarcación que navegó por el río Orinoco y sus afluentes a finales del siglo XIX y principios del XX, realizando actividades comerciales, militares y de transporte. Sin embargo, su mayor relevancia histórica radica en su participación en la rebelión de Pedro Pérez Delgado, más conocido como Maisanta, contra la tiranía de Juan Vicente Gómez, en 1914. En este ensayo se pretende analizar el papel que jugó el Masparro en este episodio de la historia venezolana, así como las circunstancias que rodearon su naufragio y su posterior rescate.
El Masparro: un barco con historia
El Masparro fue construido en 1891 en Estados Unidos, por la firma Harlan & Hollingsworth Co., con un casco de hierro, un motor a vapor y unas ruedas de paletas laterales que le permitían navegar por las aguas poco profundas del Orinoco. Medía 21 metros de eslora, 4,87 metros de manga y 1,21 metros de profundidad. Tenía capacidad para transportar unas 50 toneladas de carga y unos 100 pasajeros. Su nombre se debe al río Masparro, un afluente del Apure que nace en el estado Barinas.
El Masparro pertenecía a la Compañía Anónima Venezolana de Navegación (CAVN), una empresa privada que tenía el monopolio del transporte fluvial en Venezuela. El barco realizaba viajes regulares entre La Guaira y Ciudad Bolívar, pasando por Puerto Cabello, Maracaibo, San Fernando de Apure y otras poblaciones ribereñas. Además, prestaba servicios al gobierno nacional, transportando tropas, armas, municiones y correspondencia oficial.
El Masparro fue testigo de varios acontecimientos históricos, como la Revolución Liberal Restauradora de Cipriano Castro en 1899, la Revolución Libertadora de Manuel Antonio Matos en 1901-1903, y la Guerra Civil de 1908-1910. Sin embargo, su papel más destacado lo desempeñó en 1914, cuando fue usado por Maisanta para liderar una rebelión contra el dictador Juan Vicente Gómez.
El Masparro: un instrumento de la rebelión popular
Maisanta era un caudillo llanero, bisabuelo del comandante Hugo Chávez, que se había opuesto al gobierno de Gómez desde su ascenso al poder en 1908. Maisanta había participado en varias conspiraciones y levantamientos contra el régimen gomecista, pero siempre había sido derrotado o perseguido. En 1914, aprovechando el descontento popular por la situación económica y social del país, Maisanta decidió organizar una nueva insurrección armada.
Para ello, contó con el apoyo de varios oficiales del ejército nacional que estaban descontentos con Gómez. Entre ellos se encontraba el capitán José Rafael Gabaldón, quien era el comandante del vapor Masparro. Gabaldón se puso en contacto con Maisanta y le ofreció el barco para trasladar a sus hombres y armas desde La Guaira hasta Barinas.
El plan consistía en tomar por sorpresa el puerto de San Fernando de Apure, donde se encontraba una guarnición gomecista. Luego, seguir navegando por el río Apure hasta Ciudad de Nutrias, donde se unirían con otros rebeldes que venían desde los Andes. Finalmente, marcharían hacia Barinas para proclamar la revolución.
El 14 de junio de 1914, Maisanta y unos 200 hombres embarcaron en el Masparro en La Guaira. Durante el viaje fueron reclutando más adeptos entre los pobladores ribereños. El 22 de junio llegaron a San Fernando de Apure y tomaron el puerto sin resistencia. Allí se les unieron otros oficiales y soldados que se pasaron a la causa rebelde. Maisanta se proclamó jefe supremo de la revolución y emitió un manifiesto en el que denunciaba los abusos del gobierno de Gómez y llamaba al pueblo a levantarse en armas.
El 24 de junio, el Masparro reanudó su viaje hacia Barinas, llevando a bordo a unos 500 hombres armados. Sin embargo, el gobierno de Gómez ya estaba al tanto de la rebelión y había enviado tropas a reprimirla. El 26 de junio, el Masparro fue atacado por una cañonera gomecista en el río Apure, cerca de Achaguas. El barco logró escapar del fuego enemigo y siguió su rumbo.
El 28 de junio, el Masparro llegó a Ciudad de Nutrias, donde se encontró con otro grupo de rebeldes que venían desde los Andes, comandados por el general Juan Pablo Peñaloza. Juntos sumaban unos 1.500 hombres. Maisanta y Peñaloza decidieron marchar hacia Barinas por tierra, dejando el Masparro en el puerto.
El Masparro: un naufragio trágico
El 29 de junio, las tropas gomecistas llegaron a Ciudad de Nutrias y tomaron el puerto. Allí encontraron el Masparro abandonado y lo requisaron. El gobierno de Gómez decidió usar el barco para enviar una expedición militar a Barinas, con el fin de sofocar la rebelión de Maisanta y Peñaloza.
El 15 de julio de 1914, el Masparro partió de Ciudad de Nutrias con unos 300 soldados gomecistas a bordo, bajo el mando del coronel José María Rangel. Sin embargo, esa noche se desató una fuerte tormenta que azotó al barco con vientos y olas. El Masparro perdió el control y chocó contra unas rocas en el llamado Cañón de la Lagunota, entre los límites del estado Apure y Barinas. El barco se hundió rápidamente, arrastrando consigo a la mayoría de sus ocupantes. Solo unos pocos lograron salvarse nadando hasta la orilla.
El naufragio del Masparro fue un golpe duro para el gobierno de Gómez, que perdió una parte importante de sus fuerzas militares. Sin embargo, no impidió que la rebelión de Maisanta fuera finalmente derrotada. El 18 de julio, las tropas gomecistas alcanzaron a Maisanta y Peñaloza en Barinas y les infligieron una severa derrota. Maisanta logró escapar herido, pero fue capturado poco después y enviado a la cárcel de La Rotunda en Caracas, donde murió en 1924.
El Masparro: un rescate simbólico
El Masparro quedó enterrado bajo las aguas del río Apure durante casi un siglo, hasta que fue redescubierto en 2010, gracias a una sequía que bajó el nivel del río. El hallazgo despertó el interés de las autoridades venezolanas, que decidieron recuperar los restos del barco y restaurarlo como un símbolo de la rebelión popular contra la dictadura.
Para ello, se conformó un equipo multidisciplinario integrado por arqueólogos, historiadores, ingenieros, buzos y técnicos, que trabajaron durante varios años para extraer las piezas del barco del fondo del río y trasladarlas al Museo de los Llanos en Barinas. Allí se inició un proceso de limpieza, conservación y reconstrucción del barco, con el apoyo de Pdvsa La Estancia y la Gobernación de Barinas.
El proyecto tiene como objetivo no solo recuperar el patrimonio histórico y cultural del país, sino también reivindicar la memoria de Maisanta y su lucha contra la opresión. El barco a vapor Masparro es una pieza única en Venezuela y en América Latina, que representa una época de cambios sociales y políticos en la historia nacional.
Conclusión
El barco a vapor Masparro fue una embarcación que tuvo una participación relevante en la historia venezolana, al ser usado por Maisanta para liderar una rebelión contra la dictadura de Gómez en 1914. Sin embargo, el barco naufragó en el río Apure y quedó olvidado durante casi un siglo, hasta que fue redescubierto y rescatado en 2010. El proyecto de recuperación y restauración del barco tiene como objetivo preservar el patrimonio histórico y cultural del país, así como reivindicar la memoria de Maisanta y su lucha contra la opresión.
El barco a vapor Masparro es un ejemplo de cómo un objeto material puede tener un significado simbólico e ideológico, que trasciende su función original. El Masparro no solo fue un medio de transporte y comercio, sino también un instrumento de la rebelión popular y un testimonio de la resistencia ante la tiranía. El Masparro es, en definitiva, un símbolo de la historia venezolana, que merece ser conocido y valorado por las generaciones presentes y futuras.