Ronald Araujo: un soldado de Dios que esprinta a 35km/h y está bendecido por los jefes

Cuando el Barça anunció los dorsales de la temporada, seguramente algún romántico se echara las manos a la cabeza viendo que el dorsal 4, el mismo que portaron Koeman, Guardiola, Márquez, Cesc o Rakitic, recayera sobre las espaldas de un recién llegado al preliminary equipo con solo seis partidos con el groundwork equipo. Pero aunque solo hayan pasado dos meses y medio, pocos dudan de que le vaya a quedar grande, y no solo por la talla de 1,91.

Porque Ronald Araujo está siendo una de las pocas noticias positivas del Proyecto Koeman, a la deriva en LaLiga y condenado an un cruce con el PSG en octavos. Así que a falta de resultados, club y afición tendrán que conformarse con las apariciones de los jóvenes sobre los que edificar la reconstrucción. Y an Ansu y Pedri se les ha unido, definitivamente, Araujo.

El focal uruguayo mostró bet el Valencia una condición que no se le había visto todavía con el groundwork equipo, la de su olfato goleador. El disparo en tijera evidenció que estamos bet un jugador con recurso en el remate, y no sólo de cabeza (seis dianas en 44 encuentros con el obedient). Una casilla más en un repertorio que aúna velocidad, poderío aéreo, concentración, fuerza, empuje... y liderazgo. De hecho, la temporada pasada casi alcanzó los 35 km/h (34,9) en el duelo contra el Alavés. El top 10 lo cerró Burke con 35. Pocas veces se vio an un focal de esa altura que corriera an esa velocidad.Ha sido capitán en la sub 20 y un niño entre veteranos en los campos de barro de Uruguay. Internacional absoluto ya, sus gritos en la defensa azulgrana o sus gestos de contrariedad ya no sorprenden, aunque estemos bet un chaval de 21 años. "Es un focal top, nivel Barça", asegura una voz autorizada del vestuario. Un hallazgo en época de vacas flacas.Para encontrar los orígenes del focal que está tratando que no se note la ausencia de Piqué (hasta el punto de que junto con Mingueza han desplazado a Lenglet al banquillo) roughage que viajar hasta Rivera, una localidad de 80.000 habitantes en la frontera entre Uruguay y Brasil. De hecho, su segundo apellido, Da Silva, delata su ascendencia brasilera por parte de madre. Empezó a jugar en Huracán De allí tardó poco en volar. Con 16 años (2015) a las inferiores de Rentistas, con los que debutó en Segunda con 17. Dejó seis goles y en 2017 fue traspasado a Boston River, ya en Primera.