Mucho que recordar
Estos nos marcan hasta la vida adulta y a veces tenemos cuerpos de adultos y corazón de niños heridos. Una de las cosas que más hieren son las palabras, en un golpe físico las marcas desaparecen con el tiempo, en un golpe al espíritu, (al corazón), las marcas pueden permanecer por décadas. Esto nos hace adultos amargados, infelices, con falta de perdón, enojos no resueltos y determinan nuestras actitudes en el presente, entonces, ¿Qué podemos hacer con esos recuerdos dolorosos que no nos dejan avanzar?, Aquí les doy tres consejos: 1) Entregárselos a Dios. 2) Tomar la decisión de perdonar, (lo merezcan o no).
3.- Buscar consejo y ayuda, pero sobre todo tomar la decisión de olvidar el pasado, lo cual no significa los recuerdos sino el dolor, pero para eso tenemos que estar dispuestos a pagar el precio del proceso necesario para ser sanados.