LA BIBLIA
Proviene del griego "biblos" o "biblion", que significa libro. Es el plural de "biblion", o sea "libros, Biblioteca"; pero a LA BIBLIA no se le llama Biblia simplemente porque contiene muchos libros, sino por su preeminencia sobre todos los libros, Juan Crisóstomo de Constantinopla (398-404 D.C.) le dio este título. En el Salmo 40:7 y en Hebreos 10:7 se le llama "libro".
FIDELIDAD DE LA BIBLIA
La mejor evidencia es la inspiración de las Escrituras son las mismas Escrituras.
a. Su preeminencia sobre la literatura. LA BIBLIA es incomparable.
b. Su preservación por Dios, contra toda clase de ataques y esfuerzos por desacreditarla y destruirla, material y moralmente
c. Su poder para transformar a individuos, comunidades y naciones,
d. La unidad de todas sus partes.
e. Su precisión científica. Con el tiempo se ha comprobado que todas y sus menciones científicas son exactas.
f. Los arqueólogos han descubierto y verificado más de 5,000 lugares mencionados en la historia bíblica.
g. De las profecías ya cumplidas (por ejemplo. Sal. 22; Is. 53, y muchas otras).
PARTES DE LA BIBLIA
Se compone de 66 libros, escritos en el transcurso de quince siglos. La primera parte, Antiguo Testamento, contiene 39 libros escritos en hebreo con excepción de algunos cortos pasajes que fueron escritos en arameo. La segunda, es decir el Nuevo Testamento, fue escrito en Koiné o griego común y se compone de 27 libros.
Para los creyentes, la Biblia es la palabra de Dios, de inspiración divina, aunque su redacción se realizó a través de hombres elegidos que usaron de sus facultades como verdaderos autores. Se trata de una obra eminentemente espiritual que los creyentes interpretan como la forma que tuvo Dios de revelarse a sí mismo y manifestar su voluntad de salvación de la Humanidad, además de su carácter y atributos.
IMPORTANCIA DE LA BIBLIA
Aunque, La biblia es indudablemente una de las colecciones literarias más preciosas de la humanidad, no está principalmente en esto su valor, es un libro Sagrado por excelencia.
La ley se presenta como una ordenación divina (cf. Éxodo 20, Salmo 119); los profetas tienen la conciencia de estar comunicando mensajes de parte de Dios (Isaías 6, Jeremías 1.2) y la misma sabiduría tiene su origen en Dios.(Pr. 8.22-31).
La autoridad de las escrituras aparece indiscutida en Mateo 5:17-18, Juan 10:35, Hechos 23:5. Las Escrituras se relacionan principalmente con la acción del Espíritu Santo.
La iglesia Cristiana reconoció en el mensaje del evangelio el mismo valor de la palabra de Dios y de enseñanza autoritativa (cf Marcos 16.15-16, Lucas 1.1-4, Juan 20:31, 1Tesalonicenses 2:13).