FOMO es una palabra inglesa que se forma a partir de la expresión “Fear of Missing Out” que significa algo así como “miedo a perderse algo” o “miedo a quedarse fuera”.
La Wikipedia lo define como una aprensión generalizada a que otros puedan estar envueltos en experiencias gratificantes de las que uno está ausente. El diccionario Oxford de la lengua inglesa introdujo esta acepción en 2013 y la define de forma parecido a Wikipedia pero añade que, muchas veces, esta sensación de ansiedad está “suscitado por posts en social media”.
Se usa en muchos ámbitos, pero cuando hablamos de FOMO en Bitcoin (y de cualquier otra criptomoneda), básicamente nos estamos ciñendo al campo de las inversiones. Y, más concretamente, a la ansiedad que te produce el saber que te puedes estar quedando fuera de una inversión lucrativa.
El problema del FOMO es que nos lleva a tomar decisiones impulsivas sin analizar nuestras acciones, lo cual suele convertirse en malas decisiones.
Un ejemplo claro de FOMO se produjo a finales de 2017 cuando el precio de bitcoin se disparó y con ello las noticias sobre cuánto dinero estaban ganando las personas que invertían en bitcoin. Esto provocó que mucha gente se lanzara a la compra de bitcoin sin pensar si era o no un buen momento. El tiempo demostró rápidamente que no, no era un buen momento. El ascenso del precio de bitcoin se produjo de forma muy acelerada, síntoma (normalmente) de pura especulación. Y tal y como subió, volvió a bajar, llevándose por delante las expectativas (y el dinero) de muchos.
Pero seamos sinceros… ¿a quién no le ha pasado alguna vez? El truco para no caer en la trampa del FOMO es, básicamente, parar y pensar. Debemos analizar si, efectivamente, nos estamos dejando llevar solamente por noticias o si, por el contrario, tenemos argumentos para creer que estamos haciendo una buena inversión (si es posible, soportado por análisis técnico u otras razones algo menos volátiles que las noticias que aparecen en los medios).
En resumen, si quieres evitar las consecuencias negativas del FOMO, no te dejes llevar y razona antes de actuar.
En resumen, bitcoin es una criptomoneda virtual, privada, descentralizada y pseudo-anónima que utiliza una tecnología que combina informática, matemáticas y criptografía para transmitir información en bloques de forma segura. ¿Y puede una moneda con estas propiedades funcionar? La respuesta es sí y en siguientes artículos te contaré cómo.
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