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Queda menos de un mes para finalizar el año y muchos son los que no ven el momento de cerrar el calendario. Este 2020 sin duda será recordado por el virus que hizo temblar el planeta. En 2021 nos tocará lidiar con una crisis económica de cuyo alcance aún no podemos - ni queremos - hacernos una idea. Ya se habla de un aumento terrible de la pobreza en el mundo, y aquí en España de una dura recesión.
Y en contraste tenemos un mercado crypto que inicia el último mes de este aciago 2020 con una vitalidad enorme. Prueba de ello, dos eventos históricos relacionados con las dos mayores monedas del mercado. Ethereum arrancó el 1 de diciembre su proyecto 2.0, tras alcanzar el objetivo establecido para comenzar su staking. A medio y largo plazo, puede significar la consolidación de un proyecto que está llamado a ser uno de los marcos fundamentales de desarrollo del entorno crypto.
Y por otra parte, el señor Bitcoin continúa haciendo de sí mismo: su volatilidad impredecible siempre lleva el precio hacía arriba a largo plazo, como se aprecia en la gráfica logarítmica de más abajo, y cerró noviembre con su ATH (All Time High) por encima de 19800 USD.
¿Significa este evidente contraste que la economía mundial empieza a bascular hacia la criptografía? No se puede vaticinar, pero si la anterior crisis significó una pérdida de capacidad adquisitiva para la población en general - que no se recuperó cuando vinieron tiempos mejores -, en 2021 podríamos volver a experimentar algo parecido. Quizá Bitcoin y el resto de criptomonedas descentralizadas puedan ser la herramienta hacia nuestra libertad financiera.
Editorial newsletter 07diciembre20
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