AgoraChain creará un token para remunerar a los miembros que dedican tiempo y trabajo a la comunidad

Una prueba del interés y de la madurez de la tecnología blockchain en España es AgoraChain, un proyecto que en menos de cinco meses ha logrado aglutinar a más de 600 personas. En aras de la horizontalidad, esta comunidad, fundada por Manel Tarh y Gustavo Segovia, ha creado varias líneas de acción con el objetivo de dar voz y ayudar a crecer a todos los proyectos del ecosistema blockchain hispano. A día de hoy, dichas líneas de actuación se concretan en seis áreas: proyectos, investigación, magazine, debates, asuntos jurídicos y un canal de TV.

El rápido crecimiento y el fuerte compromiso de los integrantes de la comunidad ha llevado al gobierno descentralizado de AgoraChain, denominado “Core”, a plantear la creación de un token. Con dicho criptoactivo se pretende compensar el trabajo y la dedicación de las personas que enriquecen con sus aportaciones las diferentes áreas de la comunidad.

Con esta iniciativa, pionera en su planteamiento, AgoraChain actúa en consecuencia con el contexto blockchain en el que se enmarca su proyecto. La tecnología de la cadena de bloques permite remunerar la atención de los usuarios cada vez que crean, recomiendan o comparten contenidos. Las grandes plataformas tecnológicas como Facebook, Google o Youtube, utilizan la atención de los usuarios para ganar dinero con la publicidad. Pero blockchain permite una economía de la atención distribuida, con un reparto de ganancias más justo.

AgoraChain, como su propio nombre indica, fue concebido a modo de gran plaza pública griega para debatir, compartir y reflexionar acerca del ecosistema cripto/blockchain. El proyecto surgió a finales del año pasado tras largas conversaciones entre Manel y Gustavo. Ambos buscaban un lugar donde poder ejecutar su ideario sobre la “Revolución Blockchain” y encontraron en el significado de la palabra Ágora el eje sobre el que pivotar el proyecto.

Al poco tiempo se unieron Sergio García y Mike Phicc. Sergio, que trabaja como director de arte y creador de imagen de marca, puso en orden los códigos visuales del magazine. Su objetivo era dejar de lado los estilos gráficos tecnológicos para resaltar el lado humano y poder crear así un diálogo entre la cultura y la didáctica de esta tecnología. Mike, trader de productos financieros derivados y futuros y un apasionado de la comunicación y el neuromarketing, cerró el círculo con las letras y los números que faltaban al proyecto.

A Manel, que entró en contacto con la tecnología Bitcoin en el año 2011 de la mano de grandes desarrolladores y hackitivistas, le gusta definir AgoraChain como un altavoz para todas las personas que integran la comunidad hispanohablante blockchain y que sienten la necesidad de comunicar, participar o trabajar en proyectos relacionados con la cadena de bloques. Tarh echa mano de la música para explicar el significado de altavoz en esta comunidad y explica que, igual que los sonidos musicales se expanden a través de los altavoces y todas las personas que se encuentran cerca pueden escucharlos, quienes participan en AgoraChain tienen la oportunidad de conocer todo lo que acontece en el universo blockchain.

Para Segovia, un ingeniero de Telecomunicaciones entregado a la causa de la descentralización desde que descubrió Ethereum y el potencial de las D-App, AgoraChain es la herramienta necesaria para expandir la cultura de la descentralización. Gustavo, de nacionalidad venezolana, se define a sí mismo como ciudadano del mundo y emprendedor social que busca la justa distribución de la riqueza.

Como sucede en otras comunidades blockchain, AgoraChain tiene en Telegram uno de sus principales vehículos de comunicación. Este canal actúa como la gran red de redes donde se citan y asoman las personas que quieren escuchar, informar o informarse de las novedades de la industria blockchain. Utilizando el símil del altavoz de Manel, el canal de Telegram de AgoraChain también actúa como catalizador, reclutador y eco de las necesidades e intereses de esta gran plaza pública virtual. De hecho, las divisiones del proyecto son fruto del análisis de las demandas allí recogidas.

AgoraChain Proyectos nace con la vocación de alojar y dar a conocer empresas organizaciones o startups blockchain. El fin último es ofrecerlos visibilidad y ayudarlos a crecer con la colaboración de la comunidad. Los proyectos cuentan con total autonomía para tomar decisiones, definir objetivos o trazar caminos. AgoraChain Investigación es el espacio de aprendizaje para intercambiar conocimientos con el fin de mejorar la comunidad blockchain. Este área también busca el desarrollo de herramientas de código abierto que doten a los participantes de la comunidad de los instrumentos necesarios para crecer y aprender. En este sentido, AgoraChain acaba de lanzar una wiki destinada a la mejora de la auto organización de la comunidad.

De todos los proyectos implementados hasta ahora en el seno de esta plaza cultural descentralizada, AgoraChain Magazine es el producto más consolidado. Se trata de la primera revista dedicada a la reflexión y el análisis de las consecuencias de la aplicación de esta tecnología desde el punto de vista de la innovación, tecnológica, pero también analizando sus aspectos económicos y sociológicos. AgoraChain Magazine, del que ya se han lanzado cinco números, se ha convertido en el escaparate y punto de encuentro de las comunidades blockchain hispanas. De periodicidad mensual, esta revista se define en su web como una publicación abierta a todas las personas que quieran participar en ella.

AgoraChain TV es un proyecto impulsado por Fran Vilchez, que trabaja como responsable de producto en una firma tecnológica. Este área de televisión busca llevar a la pantalla asuntos de actualidad. Por ejemplo, en el próximo programa, de periodicidad mensual, José Antonio Bravo Mateu y Paula Pascual abordarán la tributación de las criptomonedas en España. Un debate de máxima actualidad de cara a la próxima declaración de la renta en España. Además de las áreas citadas, AgoraChain también cuenta con espacios para debates y asuntos jurídicos.