La tecnología Blockchain permite la aparición plataformas como Steemit, donde una periodista como yo, que he desarrollado mi vida profesional en medios tradicionales como el diario ABC o el Grupo Z, estoy escribiendo esta historia y donde, además, puedo ser remunerada por los lectores en función de cuánto les ha gustado lo que he escrito. Por ejemplo, acabo de recibir dos céntimos de steem, que es la criptomoneda con que esta plataforma remunera a los creadores de contenidos por una pequeña reseña que escribí anoche sobre la próxima salida del libro "Blockchain: la revolución industrial de internet", que Ediciones Gestión 2000, del Grupo Planeta, pone a la venta el próximo 23 de mayo.
Tener en mi monedero estos céntimos de steem ha sido posible porque esta tecnología posibilita ejecutar transacciones por céntimos de euro o de dólar, lo que permite a los editores de medios comercializar sus contenidos como si fuesen canciones o videojuegos. Es decir, que el usuario no necesita suscribirse a todo el medio para acceder al artículo, noticia, reportaje o reproducción de video que le interesa. Los medios se convierten así en el gran Alibaba de los contenidos informativos y del entretenimiento, o, incluso, podrían utilizar tiendas como Openbazaar.org, la red de comercio P2P descentralizada más popular, para comercializarlos. Igualmente, los periodistas también podemos ofrecer ya nuestros contenidos en el escaparate de esta red de comercio P2P
El libro al que me refería más arriba, coordinado por Alex Preukschat, narra como Blockchain, en colaboración con otras tecnologías, como internet de las cosas, Big data, inteligencia artificial, drones, impresión 3D o Biotecnología, cambiará nuestras vidas y los modelos de negocio de casi todas las industrias, como, es el caso de la de los medios de comunicación.
Agradezco a Alex la oportunidad que me ha dado de escribir el capítulo de periodismo y Blockchain, porque gracias a ello he podido investigar y reflexionar acerca de esta tecnología tan cargada de futuro que viene con la promesa de una sociedad más justa, colaborativa e igualitaria. El valor principal de Blockchain es haber descentralizado o distribuido la confianza, porque ello permite la eliminación de intermediarios de muchos procesos empresariales y relacionales.
Este hecho coloca al individuo en el epicentro del universo, otorgándole la capacidad de organizarse con otros como él, colocándole en un plano de igualdad respecto a gobiernos, instituciones, administraciones y grandes corporaciones. Internet inauguró, a mi juicio, la mal llamada economía colaborativa, porque aunque todos podemos llegar a ganar, hay unos que siempre ganan y, además, mucho. Blockchain permite plataformas como Steemit, aún en fase beta, donde el reparto parece más justo, porque son los propios usuarios los que conectamos entre nosotros, eliminando terceros, como entidades financieras o los sistemas de pago con tarjeta o Paypal.
Plataformas como Steemit también sirven para que profesionales del periodismo con intereses comunes nos unamos y creemos, conjuntamente, estrategias colaborativas para llegar a la mayor cantidad de audiencia.