Un intruso en cirugía parte 1

Hoy comienzo a redactar un poco la historia de un año completo (12 meses) de pasar en hospitales y dormir en ellos. Todo comienza en la primera rotación: Cirugía. ¿Por qué? En mi mente dije: Vamos primero por lo que menos me gusta, mientras más rápido pase, mejor. Como olvidar mi primer día de internado, pensando que aún era estudiante de medicina, cuando todos los pacientes me veían como médico. Estaba con los nervios de punta.

La vida hospitalaria, por lo general son de los 7 días a la semana. De esos 7 días, mínimo dos, tenías que quedarte 24 horas, y dos días de descanso. Cuando no estabas de guardia, rotabas por diferentes áreas. En el caso de cirugía rotabas en varios lugares, los principales eran: piso, cirugía y emergencia. El que menos me gustaba de todos, era cirugía, a pesar de ser la mejor área, siempre quise que me gustara, pero nunca fue así. Siempre mandaba a algún amante de cirugía para que me cubriera y yo como siempre optaba por emergencia.

Emergencia puedes compararlo como estar en una guerra (aunque nunca he estado en una, pero lo he leído), no sabes en que momento va a venir el rival y atacara. Existían horas que no hacíamos nada, pero cuando la emergencia se prendía, tu sólo pensabas en huir. Se observa de todo, desde aquellos que vienen con cuadro de apendicitis hasta los que vienen con todo un cráneo abierto ¡Divertido! ¿Verdad?

¿Por qué el mejor lugar es emergencia? Lo disfrutaba mucho, a pesar de tener estrés por todas partes, pero el hecho de tener contacto con cada ser humano, lo hacía valer la pena. Dicen que cada ser humano siempre librado una batalla que no conoces, te pregunto ¿No es de héroes, así no seas médico, ponerte por unos minutos tu armadura y batallar junto a esa persona? Ese acto, te lo registra la historia, la única con la capacidad de juzgarte.