Bienaventurados lo que lloran: porque ellos recibirán consolación

Desde el punto de vista de todo ser humano racional podemos decir que, las desgracias y las aflicciones no, los males de cualquier índole, no son considerados nada bueno; pero si la voluntad de Dios es que cada ser humano, cada criatura en este Universo conozca la alegría, la Felicidad, la Abundancia y en si ser prospero y con una vida agradable y llena de deleites.

Jesús nos dice: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia"

Ahora si vemos con ojos espirituales y una mente abierta, el dolor, el sufrimiento, la escases, la enfermedad, no son mas que las alarmas, un llamado de atención a la conciencia, de que estamos trabajando fuera de la VERDAD. "Conoce la verdad y ella nos hará libre"

Si nos diéramos a la tarea de conocer esa verdad, antes de llegar a sufrir cualquier adversidad o fracaso, no tendríamos necesidad de parar por un proceso doloroso. Tarde o temprano cada uno de nosotros tendrá que descubrir la verdad, la verdad que es en Dios, y verificar por si misma su propio contacto con Él. Tarde o temprano tendrá que alcanzar la comprensión de la verdad que le liberara para siempre de las limitaciones de nuestro mundo tridimensional y lo que conlleva esta dimensión - El pecado, la maldad, la enfermedad y la muerte.

Pero de cierto digo, la mayoría no emprenderemos tal búsqueda de todo corazón hasta que nos obligue la contrariedad de cualquier índole. Siempre es posible aprender eligiendo entre el desarrollo espiritual o mediante dolorosas experiencias ya que gozamos del libre albedrío, así que no echemos la culpa a nadie, sino a nosotros mismos.

Pero es menester que un ser humano deba aprender a fondo estas lecciones antes de adquirir un conocimiento mas amplio y profundo del que tiene actualmente. "La llave de una morada superior es siempre el dominio completo en la cual estamos." Si reconociéramos a Dios como la verdadera fuente de nuestra prosperidad, y oráramos constantemente por mayor comprensión espiritual, jamas tendríamos que lamentarnos por pobreza o estreches económica, enfermedades y ninguna clase de aflicción.
Ningún motivo de pesar, estreches, altercado, pecado, remordimiento, etc. nos quitara nunca la paz si buscamos " primeramente el reino de Dios y su Justicia." En cambio, si no lo hacemos, todo aquello nos vendrá, aunque el sufrimiento se nos transforme en bendición a pesar de su apariencia ingrata, porque por medio de Él recibiremos consolación .
El la Biblia este consuelo significa experimentar la presencia de Dios, el cual es el fin de todas las desgracias.

Publicaciones anteriores:
LA LLAVE DE BUEN ÉXITO EN LA VIDA - Primera Entrega
Bienaventurados los pobres en espíritu-Segunda entrega

Texto de Ref.: EL SERMÓN DEL MONTE, Autor: EMMET FOX