Los  que vendieron la ciudad y los  que los compraron.

En un montón, susurra engaño,
La sombra se ha convertido en el protagonista de tu vida.
Anno domini, flor alegre,
Y que sean solo palabras...
Adelante chicos, sigan manteniendo
Podrías sin ellos, sin las luces de la tarde.

Y en las mejillas del viento las lágrimas.
Y hacer frente a burro de inauguración de la casa.
La voz de Dios está ahí, donde no hay rastro de él.
Caída de hojas en el patio y en el campo.
La muerte es una mujer así, un soldado no la echará de menos,
Ella está solo en la mente y no en el corazón.

Huracanes extáticos.
La luna grande se encenderá.
Y aquí a menudo deseamos
Alguien
No fue una burla burlona...
Lo que está en el corazón de un hombre.

Lastimarme, ¿entiendes?
Pocos creen en la realidad de semejante fastidio.
La imposibilidad de las noches pecaminosas...
Siempre debemos creer en dios
Toda mi vida suerte uno
Nos convertimos en extraños.

Tarareando danzas familiares.
Era ciego, de ahora en adelante se convirtió en espectador.
Encuéntrame en una multitud de pensamientos,
Incluso rezar por mucho tiempo
Y subir a la nube con destreza.
Créeme, no necesito otro.