MARIO BENEDETTI
A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea.
Sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo.
Sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente.
Y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía.
Llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.
Se siente bien cuando uno sonríe, Más aún cuando la sonrisa, va acompañada de grandes emociones. Tan intenso que se refleja en los ojos. Porque cuando ese sentimiento se siente desde lo profundo de nuestra alma, la mejor sonrisa sale a través de la mirada y puede conmover un mar de lágrimas.