Hace un tiempo comenzamos a oír un ruido en la puerta del baño de nuestra habitación, sonaba como un insecto comiendo madera, llamamos a un especialista en exterminar insectos, él revisó la puerta y nos indicó que tenía termitas, que había que hacerle un tratamiento con un insecticida especial.
A la semana siguiente se presentó el exterminador con un equipo de protección incluyendo tapa boca y guantes, además de una bombona con el insecticida, el especialista roció la puerta por todas parte, dejó que penetrara y después de un ratos aplicó nuevamente el líquido exterminador, así lo hizo por tres ocasiones, e indicó que con esto no iba a quedar ni una termita después de eso el sonido cesó.
Como al tercer día comenzó nuevamente el sonido, pensé que estábamos luchando con un súper insecto ya que con la dosis del insecticida aplicada a esa puerta se podía destruir una colmena completa de termitas.
Llamamos nuevamente al exterminador, el regresó e indicó que era extraño que las termitas en la madera de la puerta continuaran activas, él trajo una especie de estetoscopio para oír el ruido y ubicar al súper insecto indestructible, el sonido se detectó dónde está la cerradura de la puerta, se desmontó la cerradura y por allí con una inyectadora se roció insecticida. Nuevamente el ruido en la puerta desapareció, pero por extraño que parezca después de unos días comenzó de nuevo, en ese momento decidimos no llamar al exterminador, la investigación y el exterminio quedaría por nuestra cuenta.
El sonido se hacía más fuerte en el día, en la noche rara vez lo sentíamos, eso me llamó la atención, investigué sobre la vida de los insectos de la madera, la mayoría de los especialista indican que los insectos no descansan trabajan día y noche destruyendo la madera.
Continúe observando la situación pero algo me llamo la atención, cuando un día estaba a punto de llover comenzó un viento muy fuerte y el sonido del insecto aumentó, le comenté a mi esposa y ambos comenzamos a revisar la puerta detalladamente y descubrimos algo que nos dejó con la boca abierta, en la parte donde está colocado el pasador de la cerradura había un pedazo muy pequeño de chapilla de madera despegado y cuando el viento pasaba por la ranura de la puerta movía dicha chapilla y sonaba como un insecto.
Hicimos la prueba con la ventana de la habitación cerrada totalmente para no permitir la entrada del aire hacia el baño, en ese momento el ruido del insecto desaparecía, era por eso que de día se sentía más ruido ya que siempre cerramos la ventana de la habitación por las noches. Quitamos el pedazo de chapilla y hasta el sol de hoy después de dos años nada de ruido en dicha puerta. Estas son las cosas que pasan en las casa.
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