Necropsia Clínica en una Gallina Ponedora.

Saludos estimados amigos de la comunidad de Steemit hoy les traigo nuevamente una nueva presentación de una Necropsia Clínica esta vez realizada en una Gallina Ponedora de raza Isa Brown.

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Estos estudios son realizados Post-Morten en ninguno de los casos hemos sacrificado algún animal para estos estudios, esto se realiza con la finalidad de determinar la causa de muerte y poder combatir a tiempo algunas enfermedades que puedan presentar los animales en cuestión. Muchas veces las imágenes presentadas en el post están un poco subidas de tono, les pido a mis lectores que si son sensibles ante imágenes de los órganos me disculpen pero esto se debe presentar para poder mostrar paso a paso cada estudio realizado.

 

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Se recibe el cadáver de una gallina ponedora raza Isa Brown, de 96 semanas de edad y 2,45 kg de peso (Figura 1), la cual forma parte de un lote de 24 gallinas que han muerto en un mismo galpón con sintomatología clínica similar, la cual incluye depresión, anorexia, caquexia y disminución en la postura de huevos. Se procedió entonces a llevar a cabo la necropsia de dicho animal con la finalidad de determinar la causa de muerte, y detener así la mortalidad en el resto del galpón.  

Figura 1. Cadáver.

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En este caso se utilizó la técnica de Masse, la cual consiste en extraer las vísceras en un solo bloque para posteriormente separar los órganos por sistema y llevar a cabo su respectiva evaluación individual.

Durante la realización de la inspección externa (una vez retiradas todas las plumas) se evidenció el pobre estado nutricional que el ave manifestaba, observando una atrofia muscular severa generalizada (Figura 1), sin encontrar alguna otra alteración aparente. Una vez llevada a cabo esta inspección, se realizó la incisión primaria, la cual consiste en hacer una incisión ventral desde la sínfisis mandibular hasta la cloaca, cortando solo piel, esto con la finalidad de evaluar la integridad del tejido subcutáneo y muscular (Figura 2), apreciando aún más el grave estado de caquexia manifestado por el animal, a tal medida que el hueso de la quilla se observó bastante prominente y la pechuga se encontraba desprovista de musculo (Figura 3).

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Posteriormente, se procedió a realizar la incisión secundaria, en la cual se sigue la misma línea de incisión primaria, pero esta vez cortando tejidos blandos, músculos y huesos, retirando de esta manera la pechuga mediante un corte de costillas y clavícula, para dar así apertura a la cavidad celómica y evaluar los órganos internos in situ, además de constatar si existe la colección de algún exudado, observando en este caso que los sacos aéreos toráxicos anterior y posterior se encontraban opacos y engrosados, con un exudado fibrinoso de color blanquecino que se extendía focalmente por toda su superficie, lesiones que se corresponden con una aerosaculitis fibrinosa (Figura 4). Luego de esto, se llevó a cabo la extracción de vísceras en un solo bloque, para de esta manera realizar el estudio detallado por sistemas:  

Figura 4. Aerosaculitis fibrinosa.

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A nivel de sistema respiratorio, los pulmones se evidenciaron tumefactos, congestivos, de un color rosado intenso, con aspecto hemorrágico y abundante exudado sanguinolento al corte, hallazgos estos que resultan compatibles con neumonía (Figura 5), diagnóstico que fue corroborado histopatológicamente, al observar un infiltrado inflamatorio mixto de heterófilos y linfocitos, con congestión y edema pulmonar, lo cual indica que dicha neumonía era de tipo sub-aguda (Figura 6).

 

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A nivel de sistema cardiovascular, el pericardio se encontró engrosado, opaco, de color blanquecino y ligeramente adherido al corazón, hallazgos estos que resultan compatibles con pericarditis (Figura 7); mientras que en cavidad pericárdica se notó la presencia de un exudado sanguinolento, de color rojo negruzco y aspecto gelatinoso, hallazgos que se corresponden con un hemopericardio (Figura 8).

 

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A nivel de sistema digestivo, el hígado se evidenció con una consistencia viscosa, perdiendo de esta manera su forma normal, además manifestaba un color rojo-verdoso, pigmentación característica de un cambio postmorten conocido como imbibición biliar, en el cual la bilis se hace permeable a través de la pared vesicular, pigmentando así los tejidos circundantes (Figura 9). Estos cambios observados resultan compatibles con una necrosis licuefactiva, lesión característica de infecciones bacterianas locales severas donde el tejido es digerido por una gran cantidad de enzimas proteolíticas liberadas por leucocitos en desintegración, transformándolo en una masa viscosa, alteraciones que también fueron evidenciadas desde el punto de vista microscópico (Figura 10).

 

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A nivel de sistema urinario, los riñones se observaron aumentados de tamaño, congestivos, de color rojo negruzco, con consistencia friable y pérdida de su arquitectura multilobulada normal, hallazgos que resultan compatibles con nefritis aguda (Figura 11), lo cual pudo ser corroborado microscópicamente, al observar la presencia de un infiltrado inflamatorio agudo (compuesto por heterófilos) a nivel del espacio intersticial, además de zonas de necrosis multifocal (Figura 12).

 

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A nivel de sistema reproductivo, se observó un aumento de volumen en útero, el cual a su vez se evidenció de color rosado pálido amarillento, con consistencia firme, cubierto por un exudado fibrinoso y con focos hemorrágicos distribuidos por todo el órgano (Figura 13). Se procedió entonces a dar apertura al mismo con la finalidad de estudiar su contenido, notando la presencia de un exudado caseoso de color verdoso, olor pútrido, aspecto necrótico, consistencia grumosa y distribución laminar de más o menos 1 mm entre una lámina y otra, las cuales bordeaban al vitelo, que se observó abundante, de color amarillo pálido, consistencia friable y aspecto de “yema coagulada”, pudiendo incluso separar a esta en porciones más pequeñas (Figura 14); hallazgos que resultan característicos de una salpingitis.

 

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Una vez observados los distintos cambios morfoestructurales macroscópicos presentes en el cadáver, se concluye como causa de muerte: Colibacilosis, enfermedad infecciosa causada por Escherichia coli, la cual se caracteriza por provocar en gallinas ponedoras peritonitis, poliserositis, aerosaculitis, pericarditis, salpingitis y una lesión muy característica, casi patognomónica, denominada peritonitis del saco vitelino, tal como fue observado durante la realización de la necropsia.