Ser portero me ha enseñado grandes cosas:

1.- Entrenamiento físico: un portero se debe preparar y mucho, a pesar de que no corre tanto en la cancha como sus compañeros de equipo, debe tener una capacidad física a la altura. Esto para mí era muy difícil, luego de mi matrimonio empecé a agarrar unos kilos que me hacían más duro el trabajo, pero si me esforzaba. Yo bromeaba con mis compañeros, les decía que un portero es bueno por su capacidad de evitar goles en contra, y esto lo logra de dos maneras: 1) Por su gran agilidad y reflejos y, 2) Por ser muy ancho y dejar muy poco espacio para que le pase el balón. Yo elegí la segunda forma, jajaja.

2.- Entrenamiento Mental: un portero debe saber manejar los tiempos y cambios de ritmo en un juego, y eso se logra en la mente. Aguantar la presión cuando el otro equipo se viene encima, y saber cuándo toca ir al ataque incorporándose en la ofensiva si ve una oportunidad. No se puede desconcentrar, debe acordarse de todas las jugadas practicadas, estar pendiente de cada jugador dentro de la cancha, los aliados y los contrarios.

3.- Pasión, entrega y sacrificio: un portero debe ser la persona más entregada en la cancha, aquel que no le importe jugarse el físico en una jugada, recibir balonazos a una velocidad impresionante y detenerlos con cualquier parte del cuerpo. (Cuantos recuerdos dolorosos se me vienen a la mente, auchhh)

4.- Respeto: Un portero debe ser respetuoso dentro y fuera de la cancha, con sus compañeros, con su entrenador, con los árbitros, con el equipo contrario y hasta con el público.

5.- Confianza: a un portero no se le pide que detenga todos los disparo al arco, lo que realmente se le pide es que haga su mayor esfuerzo por detener esos disparos. Y un portero que de su mejor esfuerzo tiene seguridad y la contagia al resto de los compañeros.

6.- Liderazgo: normalmente el portero es el capitán del equipo de futsal, cuando da el ejemplo a sus compañeros en el cumplimiento de las cualidades ya descritas. El portero tiene una visión amplia de lo que ocurre en la cancha, y dirige a sus compañeros con su voz. Y gracias a la confianza que estos tienen en su portero realizan la acción que este solicita.

Todas estas enseñanzas son aplicables para todos y en todas las cosas que hacemos en nuestra vida, y sobre todo los que somos responsables de otras personas. Ya seas padre de familia, supervisor en el trabajo, capitán de un equipo deportivo, delegado de un salón, pastor de una congregación, funcionario público a cualquier nivel, representante político, presidente de una junta de condominio, testigo en steemit, líder de una comunidad, etc. Es necesario cuidar la salud física y mental, respetar a los demás, entregarse en cuerpo y alma por los objetivos del equipo, ser una persona confiable, y ejercer el liderazgo demostrando como se deben hacer las cosas, porque no hay otra forma de influir realmente en otra persona, solo hay una, el ejemplo.

Como me gustaría decirles que aplico todo esto en todos los roles que cumplo en mi vida, pero la verdad es que fallo en muchas cosas. Pero no me voy a rendir seguiré entrenando, seguiré mejorando, con la ayuda de mis compañeros de equipo y de Cristo (el mejor ejemplo), evitaremos que el equipo pierda y lograremos muchas victorias en esta vida.

Fuente

Gracias por leer hasta aquí. Dios te bendiga. Saludos y un gran abrazo.

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