Inquebrantables emociones haz dejado en la personificación de lo esencial para la vida plena y las bonitas vibraciones de latidos que surgían a escondidas. Haz convertido un océano en invierno, en un epicentro atroz y catastrófico.
Algunas veces sanan las heridas otras veces vuelves a desgarrar las cicatrices, te vuelves caos en la tranquilidad de una víctima sin salida. Haz vuelto a un ser, en una ambulante melancolía, volviste deseos en frustraciones, sueños en pesadillas, esperanzas en utopías…
Fuiste luna y todos los soles de primavera, te acercaste a la perfección frente a la irregularidad de un cosmos, te convertiste con facilidad en lo que con mucho repudio aborrecías.
Ahora solo eres parte de la universalidad que define al mundo en esta era de nuevos siglos, tu desemejanza se ha perdido, la chispa de aquella singularidad ha quedado toda en la remota amnesia de orbes sin sentido.
Quizás te acerques a tus anhelos, pero aquellos deseos siempre rondaran entre las alusiones de tu mente desorientada por tan aclamadas ansias de ser transigida.
Hoy fugazmente vives en una omisión inoportuna, pero tu dulce alborozo con emoción siempre estará en memorias intangibles, haciendo días de agrados y algunos otros llenos de completos desestimo.
- Artículo, fotografías y edición de mi autoría: @lerojasf