**Carta al Amor de mi vida** No precisamente por San Valentin

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CARTA AL AMOR DE MI VIDA

Querida mía, ya hacen cincuenta y cinco años a tu lado, el amor se hace cada día más fuerte como cadenas indestructible que no permiten alejarme de ti ni abandonar tu dulce regazo.

Cada día al abrir mis ojos te veo; hermosa, vibrante y voluptuosa brindando ese calor envolvente que tu solo sabes brindar a mí y a tus hijos, mis ojos se pierden en la belleza de tu cuerpo lleno de curvas majestuosas e inolvidables; no dejo de recordar nuestros viajes paradisíacos; a lugares mágicos que se llenaban de vida con nuestros encuentros.

¿Recuerdas ¿ querida mía, tantas andanzas juntos que hicieron de nuestro amor el idilio maravilloso que hoy añoro.
La Colonia Tovar, con sus ricos dulces y la bella arquitectura de la cultura alemana; el majestuoso Ávila con su teleférico en la ciudad de Caracas. Playas donde vivimos experiencias indescriptibles, los Médanos de Coro con sus extensiones de arena cual desierto arábigo, el Parque nacional Canaima con sus montañas planas de donde nace el incomparable Salto Ángel.
Son incontables los viajes que forman parte de nuestro romance.

¡Ah¡ no puedo dejar de recordar la ciudad de Mérida donde soñamos y vivimos una luna de miel inigualable allí aprendí los dulzores del amor entre un hombre y una mujer que se entregan por primera vez.
Tantos parajes hermosos que descubrimos y otros sin descubrir a un.

¡OH mi querida! sé que han pasado los años y han dejado huellas marcadas en ti y en mí que no se pueden ocultar; veo como se apaga poco a poco esa luz de tus ojos, siento venir la desesperanza y el dolor, al ver cómo lentamente el vigor te abandona; pero el amor por ti crece día a día; cuál caudal del majestuoso Orinoco , sigues siendo la hermosa dama que me enamoro no concibo un día alejada de ti.

Se, entiendo y vivo las circunstancias desfavorables que hoy sufrimos, parecen querer separarnos, pero si algún día la vida me obligará a estar lejos de tus brazos sera en contra de mis deseos, solo le pido a Dios que cuando muera el cielo se ha reflejo de tu belleza, para creer estar en ti toda mi vida.

Hasta siempre mi amada Venezuela, pequeña Venecia mía.

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