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El profesional de la psicología cada día tiene nuevos retos en una sociedad cada vez más compleja.

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En la actualidad, para identificar y dar respuestas a las interrogantes de la psicología como ciencia de la conducta humana, y específicamente la psicología educativa, se hace determinante establecer la identificación de las aristas principales que requieren atención.

Una las dificultades que se ha mantenido en el tiempo, y que tiene que ver en forma directa con la psicología educativa, son las relativas al proceso de integración social en general y escolar en particular.

Desde la década de los 80, el proceso de integración ha sido adaptado por diferentes leyes, resoluciones y reglamentos. Se rige por cuatro principios que le dan soporte: sectorización, normalización, integración e individualización.

El modelo integral de atención educativa en que se fundamenta la educación especial como modalidad en el sistema educativo venezolano, se relaciona directamente con este principio de integración.

Aunque en la actualidad se ha utilizado el término de inclusión social, éste viene a ser un continuo del principio de integración, al que nos venimos refiriendo y en el que el psicólogo escolar juega un papel fundamental como mediador entre las instituciones y las familias.

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Este profesional debe estar calificado para analizar y abordar las situaciones específicas que se presenten en referencia a la caracterización de los estudiantes con necesidades especiales del neurodesarrollo y las respuestas educativas adecuadas.

El psicólogo escolar también tiene un papel principal en el acompañamiento e intervención en la dinámica de las familias. El deterioro económico y social ha acelerado la transformación de esta célula fundamental tradicional, hacia formas más modernas y dinámicas que no siempre son los mejores nichos para propiciar prácticas de crianza adecuadas.

El desempeño de la mujer como esposa, madre y trabajadora ha modificado su rol, planteando nuevos desafíos para este núcleo. Las disyuntivas culturales que se han generado a raíz de estos cambios han exigido del profesional de la psicología generar dinámicas de intervención específicas que vayan a la par de las exigencias y demandas que implican estas nuevas relaciones, que se han forjado producto de la transformación en las relaciones entre los miembros de la familia.

No sólo la referencia está dirigida al cambio de la mujer en esta nueva estructura social; sino también a la emergente transformación en las relaciones entre los roles y los estatus: familias donde la mujer es el único sostén económico del hogar, hijos de otros matrimonios, violencia intrafamiliar, drogas, prostitución, padres del mismo sexo, entre otras situaciones que recuerdan el reflejo de una micro-sociedad en la familia.

Esta sociedad actual, globalizada, compleja y dinámica ha exigido, no sólo al profesional de la psicología (educativa) sino a todos los profesionales, cada uno desde su área, constantes actualización desde su profesionalización hasta el crecimiento como seres humanos cada vez más comprometidos con las transformaciones emergentes.

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Según Duarte (2016), los fenómenos sociales tanto de orden económico como social han alterado radicalmente el curso de estos últimos 20 años. Las instituciones que sirven de soporte y proveen de identidad a este período, están siendo sacudidas desde sus cimientos para dar con el encuentro de modelos emergentes.

La población infantil, como parte de esta sociedad también ha sido víctima de toda esta vertiginosa alteración donde los códigos éticos y morales no han quedado al margen. Desde el seno de una familia desvinculada afectivamente, pasando por eventos de acoso en las escuelas, hasta quedar al margen de una sociedad deteriorada que no les da el espacio necesario para desarrollarse.

Estos son algunos de los retos con que el profesional de la psicología debe enfrentarse en su práctica diaria. Demás está resaltar que le exigirá un código ético sólido, una formación profesional permanente y una práctica donde sepa integrar todas estas aristas con los nuevos retos de una sociedad cada vez más compleja.

Referencias

Duarte, E. (2016) Los retos de la psicología en la actualidad, ¿una respuesta a la sociedad o un producto social?

Sanz, L.; Fernández, A; Campos, F; Pereto. M. y González, P (1991) El rol del psicólogo educativo.