Ayer escuche una historia que quiero compartir. En algún lugar del mundo un pueblerino con una familia necesitada se vio en la obligación de buscar trabajo porque ya no tenía recursos. Y decidió comentarle al sacerdote del pueblo que si lo podía ayudar que el sabía cualquier oficio que le pusiera, el cual le respondió que si había un trabajo que era tocar el campanario que pasará por su despacho para firmar el contrato. Le respondió el pueblerino que no sabía ni leer ni escribir, y en tal caso no le dieron el empleo le dijo el sacerdote te puedo dar una ayuda para que alimentes a tu familia. Compró unas manzanas y fue tanto su éxito que al poco tiempo hizo una fortuna. Depositaba todos los viernes. El gerente al ver que le podía prestar un mejor servicio y habló con el Pueblerino y le dijo que el podía enviar unos empleados para que retiraran su dinero y así no corría el riesgo de algún robo, pero que tenía que firmar un contrato, el Pueblerino le respondí que no podía porque no sabía escribir ni leer y el gerente le responde pero imagínese si lo supiera hacer sin saber a hecho un Imperio lo cual le responde estuviera tocando el campanario del pueblo. Moraleja: todos tenemos un propósito en la vida y estamos donde debemos estar y con esta convicción es gracias a nuestro creador. el Pueblerino le respondió que no podía porque no sabía escribir ni leer y el gerente le responde pero imagínese si lo supiera hacer sin saber a hecho un Imperio lo cual le responde estuviera tocando el campanario del pueblo. Moraleja: todos tenemos un propósito en la vida y estamos donde debemos estar y con esta convicción es gracias a nuestro creador. el Pueblerino le respondió que no podía porque no sabía escribir ni leer y el gerente le responde pero imagínese si lo supiera hacer sin saber a hecho un Imperio lo cual le responde estuviera tocando el campanario del pueblo. Moraleja: todos tenemos un propósito en la vida y estamos donde debemos estar y con esta convicción es gracias a nuestro creador.
