En algún momento difícil de mi vida llego a mis manos un libro de autoayuda extraordinario el cual leí minuciosamente capitulo a capitulo practicando cada enseñanza, cada ejercicio, cada recomendación “Tus Zonas Erróneas” una excelente obra del Profesor. Wayne W. Dyer la cual me permitió salir de la parálisis emocional en la que me encontraba producto de compromisos afectivos y laborales, de igual forma me permitió liberarme de los complejos de culpa y de la inseguridad en la que se fundamentaban mis relaciones y lo que fue mejor aun pude dejar de proyectar mis insatisfacciones en los demás.

Pensar que la vida consiste en ir siempre a lo seguro, y saber siempre a dónde vas, es una zona errónea.

Porque solamente las personas inseguras buscan la seguridad. Cuando crees totalmente en ti mismo/a, no necesitas que todo sea conocido, fácil y confortable. Pensar lo contrario es ver el mundo con un claro error de percepción.

Normalmente te incomoda explorar lo desconocido porque temes el fracaso, porque tienes miedo a lo que no conoces, porque no te agrada salir de tu zona de confort o porque el perfeccionismo es importante para ti. Todas son zonas erróneas que te mantienen inmóvil, atrapado en lo conocido y “confortable”. Tu miedo a la desaprobación de los demás, o a hacer el ridículo te paraliza y te mantiene preso en una existencia que no es la que deseas, ni la que quieres tener en el futuro.

Sientes que necesitas aprobacion de otros, porque no crees en ti mismo, piensas en el que diran, te limitan lo que te enseño la iglesia, la escuela o tu grupo de amigos.

Lo cierto es que es una limitante impusta culturalmente de la cual eres cautivo

La rigidez, el perfeccionismo, el control, el no arriesgarte a cometer errores, todas ellas son válvulas de escape que te evitan explorar zonas desconocidas, y además te proporcionan un gran beneficio: una falsa sensación de valor o valía por haber hecho las cosas “bien”.

Valórate en tus propios términos, no te compares con otros porque todos somos diferentes, y por ello la comparación y la competencia no existen, sólo son errores de percepción.

Compromete con lo que sientes, amate a ti mismo, esfuerzate por las cosas que deseas