The image is from the creative art of @xpilar

Español

Incubación

Soy habitante de un planetoide angular de la constelación de Haurus, donde formo parte de una civilización en desarrollo en la que se gesta un movimiento de salvación mundial.

A los pocos días de haber ingresado a la atmósfera de mi nuevo hogar, fui víctima de un devastador ataque, propiciado por seres antagónicos que están en desacuerdo con todo lo que tenga que ver con la salvación y restauración del planeta tierra.

En el vasto universo que nos abriga, hay seres buenos y malos, como los hay en cualquier planeta, cercana a nuestra órbita, existen unos seres de los que si hay que cuidarse, que son como sombras parásitas deambulando por el espacio, buscando cuerpos que puedan poseer, y se valen de todo tipo de artimañas para hacer daño.

Atacan ferozmente a todo aquel que exprese su voluntad de ayudar en la reconstrucción del maltratado planeta azul.

Los habitantes Haurianos, ya han creado mecanismos para defenderse de esos malignos seres, pero, yo aún estaba muy novata y me encontraba indefensa, así que fui presa fácil de sus ataques.

En lo particular me tocó probar un poco de su medicina venenosa y este fue el resultado:

Ataque silencioso

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Un bandada de orbes esferoidales ingresan a mi cuerpo físico como un virus letal haciéndome sentir muy enferma.
Sentí que algo ingresó a mis fosas nasales, como cuando ingresa polen o partículas de polvo, causándome una alergia tenaz.
Un hálito helado se apoderó de mi cuerpo, como si estuviera en una intensa nevada a la intemperie desprovista de abrigos que me dieran calor.

Desde allí no dejé de sentir frío, parecía un pollo mojado con moquillo, me sentía realmente enferma. Aún así, oponía resistencia e intentaba acudir a mi trabajo, seguir con mis estudios científicos en el laboratorio Hauriano, preparando vacunas para enviar a la tierra y salvar a mis hermanos humanos de los virus y pandemias; en fin, intentaba llevar la vida con normalidad, pero me costaba un enorme esfuerzo.

Diagnóstico

Llegó un momento que mis fuerzas desfallecieron y caí en cama. Fue allí cuando me dí cuenta de que no se trataba de un resfrío común, sino que algo muy malo me estaba afectando.

Mis padres y mi compañeros Haurianos , me llevaron a la medicatura de la constelación, los médicos determinaron que estaba inoculada por una cepa viral de orbes malignos, enviada por los sujetos, al servicio de las sombras del espacio.

Comandado por una figura reptiloide, ávida de plaquetas, leucocitos y células humanas, el material genético que necesita para adoptar apariencia humana e infiltrarse entre nosotros y cumplir sus planes perversos, de apoderarse de la voluntad humana y someterla a la de ellos, cuyo objetivo final era, colonizar la tierra.

Estos repulsivos seres habitan en la constelación del dragón, la cual podemos observar desde el hemisferio Norte, donde habitan varias civilizaciones infrahumanas, que por su mal proceder acá en la tierra, fueron expulsados de su geografía y perdieron su información genética protoplasmática.

Ya no atacan usando la fuerza física, ni armas externas, sino que envían virus letales directo a nuestro sistema orgánico, apoderándose de todo el material genético, debilitando nuestro sistema inmune, hasta dejar nuestro cuerpo convertido en una carcasa inerte e inservible. A partir de allí, son ellos los dueños de nuestro sistema vital, y utilizan la carcasa como una fachada para encubrir su apariencia reptil.

Contraveneno

Corrí con la magnífica suerte de estar en el lugar correcto, en la misma latitud y en el preciso instante de encontrarme con mis salvadores, los que tenían el antídoto y la hora precisa para aplicarlo en el bulbo raquídeo de mi encéfalo.

Los científicos De Haurus prepararon un potente cóctel a base de toxinas organofosforados, tintura de titanio, y una mezcla densa y variada de oligoelementos, que actuaron como un poderoso contraveneno logrando estabilizar todo mi sistema orgánico vital.

Y lo mejor, crearon inmunidad de por vida, preparándome para el ataque contra esos virus letales, enviados por los amigos de la sombra.

De esa manera logré ganarle la batalla a esa guerra silenciosa que se inoculó en mi cuerpo en forma de esos letales orbes esferoidales.

Hasta aquí mi historia amigos, gracias al amigo @xpilar por inspirarla con tus increíbles imágenes

English

Incubation I am an inhabitant of an angular planetoid of the constellation of Haurus, where I am part of a developing civilization in which a world salvation movement is brewing.

Within a few days of entering the atmosphere of my new home, I was the victim of a devastating attack, caused by antagonistic beings who disagree with everything that has to do with the salvation and restoration of planet earth.

In the vast universe that shelters us, there are good and bad beings, as there are on any planet, close to our orbit, there are some beings that should be taken care of, which are like parasitic shadows wandering through space, looking for bodies that they can own, and they use all kinds of tricks to harm..

They fiercely attack anyone who expresses their willingness to help rebuild the battered blue planet.

The Haurian inhabitants have already created mechanisms to defend themselves against those evil beings, but, I was still very novice and I was helpless, so I was easy prey to their attacks.

In particular I had to try a little of his poisonous medicine and this was the result:

Silent attack.

A flock of spheroidal orbs enter my physical body like a lethal virus making me feel very sick. I felt that something entered my nostrils, such as when pollen or dust particles enter, causing me a stubborn allergy. An icy breath seized my body, as if I was in an intense snowfall in the open weather devoid of warm coats.

From there I kept feeling cold, it looked like a wet chicken with distemper, I felt really sick. Still, I resisted resistance and tried to go to my work, continue my scientific studies in the Haurian laboratory, preparing vaccines to send to the earth and save my human brothers from viruses and pandemics; In short, I tried to lead my life normally, but it was a huge effort.

Diagnosis There came a time that my forces fainted and I fell in bed. It was there when I realized that it was not a common cold, but that something very bad was affecting me.

My parents and my fellow Haurians, took me to the constellation medicament, doctors determined that I was inoculated by a viral strain of malignant orbs, sent by the subjects, in the service of the shadows of space.

Commanded by a reptilian figure, eager for platelets, leukocytes and human cells, the genetic material it needs to adopt human appearance and infiltrate among us and fulfill its perverse plans, to seize the human will and submit it to theirs, whose ultimate goal It was, colonize the earth.

These repulsive beings inhabit the constellation of the dragon, which we can observe from the Northern Hemisphere, where several infrahuman civilizations inhabit, who because of their bad behavior here on earth, were expelled from their geography and lost their protoplasmic genetic information.

They no longer attack using physical force, or external weapons, but send lethal viruses directly to our organic system, seizing all the genetic material, weakening our immune system, until leaving our body converted into an inert and unusable shell.

From there, they are the owners of our vital system, and use the carcass as a facade to cover up its reptilian appearance.

Contraveneno

I ran with the great luck of being in the right place, at the same latitude and at the precise moment of meeting my saviors, those who had the antidote and the precise time to apply it in the medulla of my brain.

The Haurus scientists prepared a potent cocktail based on organophosphorus toxins, tincture of titanium, and a dense and varied mixture of trace elements, which acted as a powerful poisoning, stabilizing my entire vital organic system.

And best of all, they created lifelong immunity, preparing me for the attack against those lethal viruses, sent by shadow friends. That way I managed to win the battle against that silent war that was inoculated in my body in the form of those lethal spheroid orbs.

So far my story friends, thanks to friend @xpilar for inspiring her with your amazing images

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Posted from my blog with SteemPress : http://sincroniadivina.repollo.org/2020/02/13/contagio-en-una-guerra-silenciosa-contraveneno-image-is-made-of-own-imagination-and-thoughts-competition-59-contagion-in-a-silent-war-contraveneno/

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