¿Que eres?

Una noche comencé a soñar con eso la verdad no sé cómo llamarte, porque eras transparente y te desplazabas de un lugar a otro como el viento, la única diferencia es que el viento es inofensivo en algunos sentidos y tu hacías mal, ¿Por qué te metiste en mis sueños? ¿Por qué hacías daño en ellos? ¿Por qué me asustas?

Era un día como cualquier, normal si se puede decir así, era la época colonial, nos habíamos mudado a una casa por un pequeño sembradío alejado de la ciudad.

Al bajarnos de aquella carroza y ver el lugar sentí enseguida una vibra mala, observé el ambiente, desde otro punto de vista, aquella cosa me observaba, observaba nuestra llegada.

Comenzaron a bajar el equipaje, después de un rato ya estaba todo acomodado y nos encontrábamos dentro de casa, éramos mi esposo e hijo, un bebe de 7 meses y dos parejas conyugales aparte, eran nuestros amigos, se podría decir que parte de la familia.

Había pasados días donde se comenzaban a presenciar actividades paranormales en la casa, le comentaba a mis amigas cuando nos reuníamos en el jardín, ellas también me afirmaron que sentían lo mismo que yo, de pronto escuche a mi bebe llorando desde el cuarto de arriba, rápidamente me levante y fui a correr hacia adentro para después subir las escaleras y entre a la habitación, quede horrorizada colocando mis manos sobre mi boca, en la pared había escritorio con la tinta “Lárguense!”, fui a la cuna tomando a mi bebe en brazos y así arrullándolo mientras veía aquel escrito.

Mi esposo me había creído, más porque no borre aquel escrito tan misterioso en la pared, se sentía esa vibra en la piel cuando aquella cosa pasaba entre nosotros, ahora no soltaba él bebe por nada del mundo, me sentía aterrada, aunque por algún motivo me sentía acostumbrada.

Había ido a la ciudad para distraerme un rato, me sentía sofocada por aquello que sucedía en mi hogar, mi amiga había quedado con su pareja en la casa, todo me parecía tranquilo hasta que oí una persona pronunciar mi nombre, me conto que mientras paseaba en su caballo por mi casa, se escuchaban unos gritos dentro de esta, rápidamente subimos al carruaje yendo hacia allá.

Al entrar escuchaba gritos y una especie de campo de fuerza se sentía que no permitía que fuéramos a ayudar a nuestros amigos, la primera pareja salió del escondite con la ropa rasguñada, quede horrorizada al verlos así, ella tenía su cabello muy alborotado mientras lloraba y a su pareja se le veía una cara de pánico como si hubiera visto el mismo demonio, escuchamos el grito desgarrador de la chica que se encontraba arriba pidiendo ayuda, al estar arriba la puerta se encontraba cerrada, volvimos a sentir ese campo de fuerza , quedamos helados ante aquello, se escuchaban los gritos desgarradores y como algunas cosas eran aventadas.

Después de un rato la puerta se abrió y nos hicimos a un lado al ver como chispeaba la sangre y esta quedo pasmada en la ventana, quedamos petrificados ante aquello, se volvió a sentir la presencia saliendo rápidamente, al entrar a la habitación y ver a aquella pareja brutalmente asesinada, aferre a mi bebe más a mi pecho y mi otra amiga cubrió su boca con ambas manos.

Aquello lo habíamos dejado en silencio, aquella cosa no se cansaba de molestar y buscar la próxima víctima, la vecina de al lado con la que tomábamos él te nos contó que aquella casa antes le pertenecía a una clase de mujer bruja o alguien del mal, miraba a cada rato a la casa ya que era de dos plantas, en la ventana del cuarto de arriba como estaba llena de polvo, se dibujó una sonrisa con gesto en las cejas de malévolo, fruncí el ceño pues aquello me molestaba porque no me dejaba vivir feliz, debía acabar con aquello de una vez por todas , ya no le temía y solo temía era por mi bebe, mi amiga se dio cuenta aunque ella estaba con un cierto trauma y no quería volver. Ya oscurecía y era cuando por alguna extraña razón todo era calmado y tranquilo, aunque ese silencio era el que más perturbaba.

Al día siguiente sentimos un gran vacío porque aquella pareja se había marchado, desaparecieron y no volvimos a saber más de ellos.

Eran pesadillas las que se Vivian en aquella casa, enfrentaba a aquella cosa que nos atormentaba día tras día y al parecer eso le molestaba, cuando mi esposo iba a su trabajo yo pasaba a casa de la vecina de al lado y se dibujaba esa carita cada vez más que me atormentaba y llenaba de rabia a cada rato.

Un día nos persiguió por toda la casa, mi esposo y yo buscamos escapar de eso y solo se escuchaban unas risitas por el rincón, apreté a mi hijo más a mi pecho, ya podía ver la onda que se movía en el aire dándome a entender que era eso, era más lista y estratégica y eso lo hacía enojar, me di cuenta que era invulnerable ante el vidrio, por lo que lo atravesaba cuando intentaba envolvernos, en unas se molestó mucho azotando la mesa contra la pared, aquello era una escena de desesperación total porque no sabía cómo podría acabar con aquello ya que era transparente como el agua.

Llego la noche volviendo a ser tranquilamente escalofriante, a la mañana siguiente era un Domingo, mi esposo no tenía jornada de trabajo y volvió nuevamente la pesadilla al ver como aquello había acabado con la casa de mi vecina, se le veía el rostro lleno de polvo con aquella sonrisa malévola, negué varias veces y cuando empecé a correr escaleras arriba aquello me perseguía, logre tomar al vidrio, le grite a mi esposo que tomara él bebe mientras sacudía por todas partes aquel vidrio, llegue a la habitación cerrándole la puerta en su cara, por supuesto logro abrirla, no alcance a mi esposo e hijo pero eso sí, corrí hacía ya golpeando la puerta fuertemente ya que me la cerro en la cara, grite desesperada, busque un hacha que estaba al lado y logre destruir la puerta para poder entrar. Al hacerlo le di con el vidrio como si de una pelota de béisbol se tratase y yo era el bateador.

Corrimos fuera de ahí en un escondí, ya estaba exhausta al igual que mi esposo, él bebe lloraba y eso hizo despertar más a eso, corrí nuevamente a una habitación de huéspedes, aquella cosa entro dirigiéndome con todo hacia mí, al acercarse me hice a un lado dándole nuevamente con el vidrio, eso traspaso la ventana de vidrio cayendo fuera de la casa, al asomarnos era una mujer con bata blanca, tenía todo su rostro cortado, quedamos petrificados, pero sobre todas las cosas, todo había acabado…

Contaba la leyenda que se debía quemar a personas así lo cual hicimos, todo acabo y nosotros nos mudamos de aquella casa volviendo a la que ya teníamos…