Opino que en proceso de formación académica en las artes los temas deben ser impuestos, porque justamente en las dificultades es cuando la creatividad se desarrolla, cuando se enfrentan el deseo con la obligación, y cuando se enfrentan las ambiciones con las limitaciones, no creo en esa utópica libertad de hacer lo que sea cuando se antoje o que salga del propio ser aislandose de su entorno porque gracias a la falta de una idea bien conceptualizada enmarcada en algún tema o contexto y a la falta de ciertas presiones en el orden disciplinario es como el arte ha ido degradandose hacia conceptos cada vez más egocentristas, artificiosos, menos reflexivos y por el contrario más divagantes, ninguna de las grandes obras maestras del arte incluyendo las del período clásico son producto de libertades en los conceptos, al contrario la grandesa y trascendencia radica en la contínua resistencia a éstos de manera creativa, con la correcta utilización de símbolos y técnicas al servicio de intenciones personales del autor en resistencia a lo impuesto, de hecho es así como surgieron las vanguardias, pero se han pervertido en el concepto del arte como que la libertad es la clave de la creatividad y tenemos desde el pop art un inmenso vacío conceptual en los museos y centros de arte, donde sólo se sienten identificados guetos o élites que retroalimentan sus egos y nada más.
La resistencia pasa incluso por vencer los prejuicios que se tengan hacia otros sectores de la sociedad que no entendamos y tener una mirada desde unas mediaciones diferentes a las que tenemos desde nuestro contexto de desarrollo personal hacia dicho grupo, desde ahí ya constituimos un acto de resistencia y creamos un lenguaje porque tenemos la obligación de romper estructuras conceptuales de nuestra escala moral, para poder entender al otro y formarnos un criterio que nos permita opinar a través de la obra.