Crónica de un fracaso anunciado...

Nos encontramos ante una institución que no genera ningún tipo de confianza dentro de la ciudadanía y que ha realizado un proceso electoral tan transparente que los electores no se vieron en los centros de votación.

Quien usurpa la silla del Palacio de Miraflores celebra la que denomina su victoria numero 22 agradeciendo a la Fuerza Armada Nacional, sin dudas, esto ha sido lo mas verídico y rescatable de su discurso, sin ellos y sus abusos, la victoria no hubiese sido posible.

Las mieles de la victoria, que parecen haber sido importadas por Diego Armando Maradona, lo llevan a lucir su acostumbrada actitud triunfalista, soez y arrogante al descalificar y burlarse de quienes lo adversaron.

El encargado de la oratoria presidencial decidió utilizar de manera inteligente la estrategia de la manipulación numérica, claramente, resulta mas atractivo celebrar un 68% de la votación total, antes que prestarle atención al 54% del ausentismo electoral declarado por el CNE.

No es momento de buscar culpables, ni de declararnos triunfadores o vencidos. El sector opositor que en este momento se considere ganador por la magnitud de la abstención, esta cometiendo un gran error. Suponiendo que la abstención real hubiese sido de un 75%, hay que recordar que dentro de este conjunto de personas se encuentran los abstencionistas de profesión (que tanto daño nos han hecho a lo largo de estos 20 años), los rojos arrepentidos, los protagonistas de la diáspora y si, por supuesto, un buen numero de venezolanos que se encuentran sin dirección, coordinación ni rumbo.

Henri Falcón y Javier Bertucci debieron esperar el pronunciamiento oficial de los hampones del Consejo Nacional Electoral antes de declararse perdedores; en primer lugar, como muestra de respeto al reglamento electoral y también para sumar a su discurso las denuncias que seguramente derivarían del mencionado pronunciamiento.

Ha llegado el lunes y con el una gran lista de preguntas, la mas común de ellas entre la mayoría de los venezolanos es, ¿Y ahora qué? Posiblemente Falcón y Bertucci regresen a sus zonas de confort, Nicolas continúe con su agenda de destrucción del país, y quienes participaron y de manera insensata vendieron al país por una ínfima recompensa económica, disfrutaran unos minutos o quizás un par de horas de lo que puedan adquirir con las treinta monedas de plata con las que han entregado al país.

¿Y el resto, qué?

¿Cual sera la posición del frente amplio? ¿Su amplitud será lo suficientemente efectiva como para unir esfuerzos con los opositores a este gobierno que se midieron hoy y juntos realizar acciones contundentes o seguirán esperando que algún día la comunidad internacional se termine de conmover de nuestra desgracia? Si una lección deberíamos haber aprendido durante todo este tiempo, es que todos somos necesarios y ningún esfuerzo sobra al momento de luchar por recobrar la libertad y la democracia que tanto anhelamos cada uno de nosotros.

FUENTE

César R. Pinto