Al pasar los días es nuestra vida, es inevitable que nunca incurramos en algunas de nuestras obligaciones. De hecho, con ciertas obligaciones que dejamos pasar y después tienden a acumularse . No es una idea muy original ni nueva que estamos en deuda con papá y mamá por traernos a este mundo, por habernos educado y amado. Es un mérito que nuestros padres insistan en hacernos cumplir nuestras obligaciones, más de lo que ellos tienen que hacer . sin embargo, es una obligación : Hasta los niños lo sienten . Y a medida que la vida sigue su destino, se acumulan otras obligaciones no solo en casa sino hacia otras personas, en el trabajo , en el colegio , hacia los amigos , hacia la sociedad e incluso hacia el mundo.

Es un extremo dañino no permitir que una persona, hijo , amigo nos satisfaga o pague sus obligaciones. Gran parte de la "rebeldía de los hijos" es producido por quienes se niegan a aceptar las únicas (monedas) que tiene un bebé, un niño o un joven para descargar "el peso de la obligación" : con frecuencia la sonrisa de los bebés , los torpes esfuerzos de un niño por ayudar, los posibles consejos de un joven o sus esfuerzos por ser un hijo o una buena hija, pasan por desapercibidos o no aceptan; pueden estar muy mal guiados, con mucha frecuencia están muy mal planteados; se desvanecen con mucha rapidez . Cuando tales esfuerzos no logran satisfacer la grandeza de la deuda gran cantidad de relaciones pueden reemplazarnos : "En realidad uno no les debe nada" , "para empezar , se me debía todo a mi" , "nosotros no pedimos nacer" , "mis padres o representantes no sirven para nada" , y " como sea, la vida no vale la pena" , son algunos de los ejemplos. Y sin embargo, las obligaciones se nos siguen acumulando.

Las cargas de las obligaciones pueden ser muy pesadas y aplastantes si el individuo no puede encontrar la manera de deshacerse de ese peso . Podría causar todo tipo de trastornos sociales o individuales, cuando ese peso no se descarga , y a de vez en cuando sin pensarlo , aquellos con los que las personas tienen obligaciones serán el punto perfecto de las reacciones más inesperadas.

Deberíamos aceptar los esfuerzos de un adulto o de un niño por pagar las obligaciones no financieras que sienta que puede tener; uno podría ayudarle a encontrar una solución en la que tanto como ambas partes consideren lo mismo y/o estén de acuerdo, para cumplir con las obligaciones financieras.

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"Es muy difícil vivir feliz cuando se tiene una carga, con el peso de las obligaciones que se nos adeudan o que no hemos cumplido, por eso siempre quisiera que todos mis lectores cumplieran con sus obligaciones."

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