Durante su niñez Braulia tuvo muchas carencias, no solo materiales sino también afectivas. Su madre quien siempre se preocupó por trabajar a diario para llevarle la comida, descuido algo muy importante, el darles cariño. Es por esto que la pequeña creció con estas privaciones, su madre nunca la abrazaba ni mucho menos la besaba.
Su abuela por su parte, casi no le dirigía la palabra no era para nada expresiva con ella ni cariñosa. Su hermana Victoria quien vivía en el pueblo con una señora quien la puso a estudiar, cuando ella venia de visita al rancho, Braulia veía como su abuela la consentía y pasaba por alto sus travesuras. Esto la hacía sentir muy triste y apartada.
La relación entre su madre y abuela era normal, pero entre ellas tampoco se veía una relación muy estrecha que digamos. En una oportunidad Braulia presencio una conversación, donde Victorina amenaza a su madre con tirarla al rio cuando creciera con todo y mecedora. Aquellas palabras no fueron del agrado de la niña, pero ella no tuvo con quien conversarlo y simplemente las guardo para sí.
Por otro lado ella entendía que su madre no era una mala persona, a pesar de lo reservada y lo mal que se expresaba a veces, Victorina poseía un corazón de oro, en medio de las discusiones que ella pudiera tener con algunas personas, bastaba que alguien se enfermara para que saliera a auxiliarla y cuidarla con esmero. Esa era la clase de persona que era su madre.
Victorina físicamente era una mujer de cabello largo rizado, de piel clara, con ojos grises, era de contextura gruesa, de estatura mediana y aunque sus facciones no eran del todo refinadas, era una mujer atractiva.
Cuando Braulia llegaba de la escuela, su madre la mandaba a la hacienda a donde su padre trabaja a llevarle comida, muchas veces solo le llevaba unas arepas sin nada para acompañarla. Su padre estaba acostumbrado a sus visitas por eso la esperaba con los brazos abiertos, la besaba y le brindaba mucho cariño. Para acompañar las arepas cocinaban en la brasa unas berenjenas, cuando estaban ya cocidas las abrían le colocaban sal y un poco de aceite y con un poco de leche que ordeñaba, completaban la cena la cual compartía con su hija.
Su padre era margariteño, de piel blanca, orejas grandes, acostumbraba usar un sombrero, alpargatas y un mapire, de contextura normal y de estatura baja. Cuando llegaba a dormir a su casa, el guindaba un chinchorro en la sala y allí amanecía; ella nunca lo vio dormir junto con madre.
De aquel lugar a ella le gustaba los grandes árboles donde trepaba para jugar, también habían muchos árboles frutales como cambur, guanábano, ciruela, lechosa y los que por allí vivían respetaban las cosas de sus vecinos. Si necesitaban alguna fruta la pedían al dueño y así compartían.
No poseían baño para hacer sus necesidades fisiológicas, tenían que ir al monte para hacerla y les tocaba estar pendiente de vigilar que no hubiera alguien por allí deambulando que pudiera ver se desnudez.
El espacio del rancho no era muy amplio, en uno de los dos cuartos dormía su hermana mayor con su esposo, en el otro cuarto su otra hermana con su mamá en una cama de palo y su abuela junto a ella en un catre, es decir 4 personas dormían en un mismo cuarto.
No se alimentaban bien, no llegaban a comer las 3 comidas, el desayuno era guarapo de café y papelón con arepa; a partir de ese momento tenían que esperar hasta las 4 de la tarde aproximadamente, que era cuando su madre regresaba del pueblo con algo de comer, llegaba tarde porque el transporte era muy escaso, por lo que le tocaba caminar desde el pueblo hasta el campo.
Desde la edad de 9 años a Braulia le tocaba ir al rio a lavar todas las ropas de los miembros de la familia incluso la ropa de cama, usaba un líquido verde de nombre lejía que era para blanquear, jabón azul y un palo para golpear la ropa contra la piedra y así ablandar su suciedad. Algunas de ellas quedaban limpias y se enjuagaba en el rio para luego ser tendidas en la hierba o piedras grandes para secar.
Otras por estar muy sucias eran dejadas remojando con jabón y la lejía, para luego volverse a lavar. Era un rio amplio pero a veces por la sequía no tenía casi agua, por lo que había que formar pequeñas positas para lavar, pero en otros momentos el rio crecía y el agua era abundante y clara, motivo de alegría para ella porque podía lavar mucho mejor.
Como familia ella no recuerda haber ido todos juntos al rio, hacer sancocho o alguna actividad recreativa. Cada uno se dedicaba hacer lo suyo. A ella le tocaba acoplarse a las responsabilidades que desde temprana edad le fueron delegadas, a las limitaciones de espacio y a la ausencia de buenas comidas.
Sin embargo, lo que más le costaba aceptar era su insípida y vacía vida, donde lograba tener solo el afecto de su padre. Ella reemplazaba muchas de sus necesidades, corriendo por el campo, recorriendo el rio de arriba a abajo y entre los ruidos de los árboles producidos por el viento, y también el de los animales del lugar, ella lograba llenar el inmenso silencio que se originaba de su triste vida. A pesar de todo aquello ella siempre quiso volar como un ave más de aquel lugar.
Su abuela por su parte, casi no le dirigía la palabra no era para nada expresiva con ella ni cariñosa. Su hermana Victoria quien vivía en el pueblo con una señora quien la puso a estudiar, cuando ella venia de visita al rancho, Braulia veía como su abuela la consentía y pasaba por alto sus travesuras. Esto la hacía sentir muy triste y apartada.
La relación entre su madre y abuela era normal, pero entre ellas tampoco se veía una relación muy estrecha que digamos. En una oportunidad Braulia presencio una conversación, donde Victorina amenaza a su madre con tirarla al rio cuando creciera con todo y mecedora. Aquellas palabras no fueron del agrado de la niña, pero ella no tuvo con quien conversarlo y simplemente las guardo para sí.
Por otro lado ella entendía que su madre no era una mala persona, a pesar de lo reservada y lo mal que se expresaba a veces, Victorina poseía un corazón de oro, en medio de las discusiones que ella pudiera tener con algunas personas, bastaba que alguien se enfermara para que saliera a auxiliarla y cuidarla con esmero. Esa era la clase de persona que era su madre.
Victorina físicamente era una mujer de cabello largo rizado, de piel clara, con ojos grises, era de contextura gruesa, de estatura mediana y aunque sus facciones no eran del todo refinadas, era una mujer atractiva.
Cuando Braulia llegaba de la escuela, su madre la mandaba a la hacienda a donde su padre trabaja a llevarle comida, muchas veces solo le llevaba unas arepas sin nada para acompañarla. Su padre estaba acostumbrado a sus visitas por eso la esperaba con los brazos abiertos, la besaba y le brindaba mucho cariño. Para acompañar las arepas cocinaban en la brasa unas berenjenas, cuando estaban ya cocidas las abrían le colocaban sal y un poco de aceite y con un poco de leche que ordeñaba, completaban la cena la cual compartía con su hija.
Su padre era margariteño, de piel blanca, orejas grandes, acostumbraba usar un sombrero, alpargatas y un mapire, de contextura normal y de estatura baja. Cuando llegaba a dormir a su casa, el guindaba un chinchorro en la sala y allí amanecía; ella nunca lo vio dormir junto con madre.
De aquel lugar a ella le gustaba los grandes árboles donde trepaba para jugar, también habían muchos árboles frutales como cambur, guanábano, ciruela, lechosa y los que por allí vivían respetaban las cosas de sus vecinos. Si necesitaban alguna fruta la pedían al dueño y así compartían.
No poseían baño para hacer sus necesidades fisiológicas, tenían que ir al monte para hacerla y les tocaba estar pendiente de vigilar que no hubiera alguien por allí deambulando que pudiera ver se desnudez.
El espacio del rancho no era muy amplio, en uno de los dos cuartos dormía su hermana mayor con su esposo, en el otro cuarto su otra hermana con su mamá en una cama de palo y su abuela junto a ella en un catre, es decir 4 personas dormían en un mismo cuarto.
No se alimentaban bien, no llegaban a comer las 3 comidas, el desayuno era guarapo de café y papelón con arepa; a partir de ese momento tenían que esperar hasta las 4 de la tarde aproximadamente, que era cuando su madre regresaba del pueblo con algo de comer, llegaba tarde porque el transporte era muy escaso, por lo que le tocaba caminar desde el pueblo hasta el campo.
Desde la edad de 9 años a Braulia le tocaba ir al rio a lavar todas las ropas de los miembros de la familia incluso la ropa de cama, usaba un líquido verde de nombre lejía que era para blanquear, jabón azul y un palo para golpear la ropa contra la piedra y así ablandar su suciedad. Algunas de ellas quedaban limpias y se enjuagaba en el rio para luego ser tendidas en la hierba o piedras grandes para secar.
Otras por estar muy sucias eran dejadas remojando con jabón y la lejía, para luego volverse a lavar. Era un rio amplio pero a veces por la sequía no tenía casi agua, por lo que había que formar pequeñas positas para lavar, pero en otros momentos el rio crecía y el agua era abundante y clara, motivo de alegría para ella porque podía lavar mucho mejor.
Como familia ella no recuerda haber ido todos juntos al rio, hacer sancocho o alguna actividad recreativa. Cada uno se dedicaba hacer lo suyo. A ella le tocaba acoplarse a las responsabilidades que desde temprana edad le fueron delegadas, a las limitaciones de espacio y a la ausencia de buenas comidas.
Sin embargo, lo que más le costaba aceptar era su insípida y vacía vida, donde lograba tener solo el afecto de su padre. Ella reemplazaba muchas de sus necesidades, corriendo por el campo, recorriendo el rio de arriba a abajo y entre los ruidos de los árboles producidos por el viento, y también el de los animales del lugar, ella lograba llenar el inmenso silencio que se originaba de su triste vida. A pesar de todo aquello ella siempre quiso volar como un ave más de aquel lugar.
Posted from my blog with SteemPress : http://damian-z.vornix.blog/2018/08/07/la-tragica-historia-de-braulia-part-ii/
Congratulations @damian-z! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :
Award for the number of upvotes
Click on the badge to view your Board of Honor.
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
Do not miss the last post from @steemitboard:
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit
Congratulations @damian-z! You received a personal award!
You can view your badges on your Steem Board and compare to others on the Steem Ranking
Do not miss the last post from @steemitboard:
Vote for @Steemitboard as a witness to get one more award and increased upvotes!
Downvoting a post can decrease pending rewards and make it less visible. Common reasons:
Submit