Rescatando una guitarra de 1972

En Venezuela son pocas las personas que pueden comprar un instrumento, es por ello que el intercambio se ha convertido en un método popular entre los músicos que queremos buscar algo en específico pero que no podemos costear. Este es el caso de Carlos, un guitarrista de la ciudad que no tenía el dinero suficiente para comprar el amplificador que puse en venta así que me hizo una propuesta: "te pago la mitad y te doy una guitarra vieja que tiene un amigo".

Es una propuesta de la que cualquiera dudaría ya que el valor de las guitarras varía mucho y depende de muchísimos factores, pero como ya tenía más de un año intentando vender ese amplificador decidí aceptar. Así fue como llegó a mí la guitarra, Carlos decía "es hecha en Portland, es todo lo que sé por el sticker", dicho sticker está roto justo en donde indica su lugar de fabricación.

Detalle del sticker, foto original.

Decidí investigar al respecto, busqué en internet guitarras con sus características, color, sistema y lugar de fabricación; La busqueda parecía no dar frutos hasta que encontré un blog de alguien que restauraba una guitarra marca Defil, fue cuando entendí por qué no aparecía nada de ella en internet, no era hecha en Portland, sinó en Polonia (en inglés Poland) y además la guitarra había sido modificada en color y sistema, la habían arruinado y pensé que todo estaba perdido.

Foto de como fue originalmente la guitara, fuente

Hueco que le hicieron para colocarle un micrófono, Foto original.

Sin embargo tuve un sentimiento con esa guitarra, como ese sentimiento de adoptar al perrito más desarreglado porque sabes que otro no lo va a querer y tu lo puedes querer tal y como es, eso mismo sentí con esa guitarra al ver como su dueño anterior le quitó todo su valor con una pintura barata y malas decisiones. Explico, se trata de una guitarra hollow (hueca por dentro) tipo Jazz, es decir, suena por su propia acústica y no tiene un micrófono para amplificar su señal ni un jack para conectarla a un amplificador, estas dos cosas se las añadió su anterior dueño de una manera muy rústica y rudimentaria rompiendo así la madera, la cual ya estaba arruinada con un trabajo de pintura que afectaba la acústica de la guitarra. Ya no había marcha atrás, no podía remendar la madera ni nada por el estilo, así que mi decisión fue "si va a tener un micrófono, que sea el mejor", busqué uno que tenía reservado para un proyecto como este, fue de una guitarra Teisco japonesa de 1962 y le quedaba de maravilla, decidí calibrarla y dejarla en un punto que al menos me permitiera usarla.