El Presidente Maduro pretende decidir cuáles son los candidatos de la oposición, ha inhabilitado a casi todos los aspirantes, también eliminó la tarjeta de la unidad y a partidos emblemáticos de la oposición. Por otra parte, el gobierno elaboró un acuerdo que firma él nada más. Es decir, intenta pagarse y darse el vuelto, atemorizado porque está cercado mundialmente y no tiene salida. Además, convocó a unas elecciones donde aspira participar él solito; pero no tiene ninguna posibilidad de ser reconocido por el mundo civilizado.
Sea cual fuere la decisión adoptada, ningún candidato debe lanzarse por cuenta propia, eso sería una traición a Venezuela.
La mayoría de los partidos de la oposición venezolana están en la óptica de no participar, porque no se cumplen las condiciones mínimas: en primer lugar, los lapsos no dan para hacer campaña y no existen ningunas garantías para los candidatos.
Hay un sector que no representa a las mayorías que parece decidido a participar, pero aún no se sabe, por cuanto gente del pueblo entiende que existe un pacto con Maduro y estos señores individualistas. Lo mejor que pueden hacer es quedarse tranquilo, pues, de los contrario se ganarán el repudio mundial.