Crónica | "Me siento como los judíos en los campos de concentración nazi"

in cervantes •  7 years ago  (edited)

"Ahora nos terminamos de joder"

La expresión más sincera se la escuché a una señora mayor en la redoma de La India, en Caracas. En pleno corazón de la economía informal estaba ella. Presumo que venía caminando de La Vega.

Fuente

La magia de la radio y la extraordinaria ejecución del reportero me hizo viajar hasta ese pedazo de asfalto caliente y bullicioso. Él pregunto: Señora, ¿Qué opina usted del aumento de salario y del bono alimentario decretado por el presidente Nicolás Maduro? Ella, suspiró y sentenció: “Ahora nos terminamos de joder”. Años de experiencia y sufrimientos recogidos en una frase sepulcral.

Él siguió indagando y preguntando a otros adultos mayores, pero ya nadie podía argumentar mejor las consecuencias de los aumentos salariales en Venezuela.

Otro señor, de unos setenta años, alcanzó a decir: “Ayer una mantequilla costaba como 65.000 y hoy la vi en 95.000, así no se puede vivir”. En definitiva, la consulta expresó un descontento generalizado por un aumento de salario de 58%. Incomprensible en un país medianamente normal.

El drama | “Siento ganas de suicidarme”

El programa de radio estaba por terminar. El reloj marcaba las 8:49 de la mañana. El teléfono repicó –como de costumbre- y dije: aló, buenos días, ¿Con quién hablo? Al otro lado del país –en Maracaibo- un señor mayor dijo: Hermano, yo me siento en este país como se sentían los judíos en los campos de concentración nazi. Todos los días salgo a picar piedra, a picar piedra, a picar piedra; estoy acabando con mi vida sin saber en qué momento me voy a desmayar porque no veo esperanza.

Mientras el señor hablaba, la sangre se me heló y el corazón se me aceleró. La entrevistada y yo nos mirábamos –indefensos- ante esa metralleta de confesiones. Pero seguíamos atentos, escuchando.

Este hombre, que cruzaba medio país a través del cable telefónico, terminó diciendo: “Hermano, yo siento permanentes deseos de suicidarme. No aguanto la presión, ya estoy viejo, quería descansar y ahora estoy trabajando más que cuando tenía 15, 20, 25 o 30 años; demasiado esfuerzo y saber que no tengo esperanza, que cada día, aunque gano un poquito más de dinero, vivo peor. Todos los días ando con una angustia tremenda, que lo poquito que como no me cae bien. Necesitamos ayuda”.

Sinceramente, ante tamaña confesión, no alcancé a decir nada relevante más allá de pedirle que alejara esos pensamientos de atentar contra su vida. Su testimonio me dejó desarmado. La socióloga Maryclen Stelin, -quien era la invitada del programa #AFondo, que se transmite por #RadioFeyAlegria- habló de la desesperanza colectiva y de la hiper-anomia que nos azota. Finalmente, reflexionó y se preguntó ¿Cómo recoger esto?, lo económico se resuelve, pero esto ¿Cómo lo resolvemos?

Yo, terminé de leer algunos mensajes y despedí.

El reto | ¿Cómo?

El drama social es el gran tema a resolver. Pero, ¿Cómo?, ¿Qué podía decirle a este hombre desde un programa de radio cuando no tiene nada qué comer?, ¿Cómo consuelo su sufrimiento y su desesperación?

Hoy, Venezuela nos presenta el gran reto de recoger los pedazos de una sociedad desfragmentada. Tenemos –los que aún seguimos- la obligación histórica de esperanzarnos y pegar cada trozo con el pegamento de solidaridad.

Pd: Entregarnos a la desidia y a la manipulación política no es una opción.

Texto: Héctor Escandell | @hescandell

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El sentir de muchos compa... saludos

Mi pobre Venezuela los que mas sufren los ancianos y los niños, pronto deben venir vientos de esperanza los venezolanos no meremos esto.

Vendrán. De eso estoy convencido.

desgarrador lo del pobre señor. Es buena referencia esa imagen de los judios en Alemania caminando resignados al exterminio. Así están los Venezolanos en sus colas para comida, medicinas y carnets de la patria

Yo estaba escuchando e imaginando la escena que ese hombre describía. Una comparación brutal.

Me quedé con los latidos acelerados al leerte, Hector. Tremendo compromiso y reto hacer radio bajo estas ciscunstancias tan duras, donde también como comunicador debes escuchar y internalizar tantas cosas. Rescato tu postdata, creo que debemos luchar contra la desidia y también la desesperanza.

Es tremendo. Me desarmó en dos minutos. Casi me pongo a llorar de la arrech... que me produce escuchar que hay gente padeciendo las locuras de los que gobiernan.

Nos van rasgando el alma poco a poco... el efecto es como cuando el torturador empieza por tu hijo, o tu esposa, o tus padres y te hace espectador de su crueldad. Asi nos está pasando, quizás no nos meten en cámaras de gas, para acabarnos el sufrimiento de un solo respiro, solo eso ha faltado... ¿para qué mas?

Después del programa me quedé pensando en lo que tenemos que estudiar y prepararnos los que estamos al frente de los micrófonos para poder acompañar a la gente.

Lamentablemente nos ha tocado vivir los momentos mas criticos de la historia de nuestra nación, yo hace tiempo veo la similitud con el holocausto, pero que se puede esperar de una dictadura comunista y viciosa. Como ciudadanos debemos buscar sentido a nuestra vida, hay cosas mas pequeñas y mas intimas de las que deberiamos alimentar el alma para sobrevivir al caos; pues todo lo que comienza tiene un fin y luego de eso si aprendimos bien la lección seremos una nación prospera y con suficiente madurez para el progreso que vendrá.

Sin palabras, en esa situación es difícil encontrar el equilibrio entre informar verazmente y transmitir esperanza, ¡Ánimo!

Complicado, cada salida al aire es un reto mayor.

Dios mio! que triste y lamentable, ese señor como muchas otras personas esta en depresión, para tener esos pensamientos, y la depresión no es tristeza es una enfermedad donde las sustancias químicas que generan el sentido del placer, la felicidad y la recompensa, Faltan, ¡no están! y por mas que la persona se quiera alegrar, no puede. Es triste y lamentable que la situación del país este precipitando a tantas personas, y como bien lo dices es un tiempo para la Misericordia, para consolar al triste y dar palabras de aliendo, pero muchas veces ¿Cómo se da lo que no se tiene? se preguntarán muchos.
No perdamos la esperanza, aveces un poquito de fe y alegría que compartamos puede ser suficiente para otros. Saludos!!

Lo que me comentaste esta mañana :( ¡Pobre, señor! Y así como él, muchos más. ¡Dios mío, échale una manito a este país! Así no se puede vivir.

Una locura. Pero paciencia y más paciencia para lograr cambiar las cosas de a poquito.

Una triste realidad Héctor. El drama que vivimos cada día no tiene parangón, es decir, hemos pasado por varios momentos críticos; sin embargo, como estamos actualmente lo dudo, la decadencia reina, tristemente...

El desastre total...

Qué duro. Sergio Fajardo creó un programa de ayuda psicológica para paramilitares que habían dejado las armas. Además de bibliotecas, escaleras mecánicas y jardines infantiles, sabía que la conocía y la cultura eran partes pero no suficientes de una solución a la violencia y la pobreza, que para él estaban tan enredadas en sus raíces que no podía saber dónde empezaba una y terminaba otra.

El trabajo de reconstrucción será arduo. Lo bueno del caso es que no es imposible de lograr.

  ·  7 years ago (edited)

Y eso que aún no estamos comenzando a ver la peor parte!

Desgarrador testimonio del señor y no es el primero que escucho. Esto es terrible.

Es muy triste la situación que estamos viviendo. Ya ni tener dos trabajos te garantiza comprar lo necesario para comer toda una quincena. Mi adolescencia transcurrió en gran parte de la IV República, yo era chamo, no podía trabajar. Dejé los estudios y realicé un curso en el INCE, me contrató una empresa y logré conseguir un empleo como obrero y mis males y los de mi familia pasaron a otro plano. Podíamos comprar comida, mi mamá comenzó a hacer sus hallacas en diciembre y arreglamos el ranchito en donde vivíamos. Ahora con "sueldo de profesional" no da para comer mucho. Esta tristeza nos embraga a todos los que viven en esta hermosa tierra. Dios, los santos y todas las entidades y seres superiores nos amparen.

Sólo de nosotros depende el que eso continue o cambie para mejor, se lo debemos a nuestras futuras generaciones. Excelente Post. Saludos!

Crudo, real y dramático. La mantequilla la vi en quinientos y tanto en un supermercado. La gente está haciendo verdaderos milagros para alistar la mesa.. Paciencia.. No hay mal que dure mil años. Ná guará... Hemos aguantado bastante!