Top 5 de libros favoritos

En honor al Día Internacional del Libro, empiezo a escribir sin precisar el orden ni se es posible -sin demasiado dolor- elegir sólo cinco favoritos.

1. El hombre que calculaba

El libro de mis sueños infantiles. Como amante de las matemáticas y ávido lector precoz, me fasciné con la historia de Beremiz, un hombre con tal habilidad para los números que resolvía problemas y curiosidades asombrando a quien lo conocía, obteniendo además ventajas por su conocimiento. Con una mezcla de historia y reflexiones morales, ambientando en Medio Oriente, era una novela mezclada con libro de curiosidades aritméticas. En retrospectiva, como periodista de base de datos, lo considero uno de las piedras angulares de mi formación.

2. Cien años de soledad

Le llevo la cuenta exacta. 8 veces leí la historia de Los Buendía en Macondo, desde la llegada del hielo hasta que nació el niño con rabo de cochino. El realismo mágico en su mejor expresión, una obra universal que identifica a El Gabo en todo el mundo. Es el pueblo latinoamericano por excelencia, vapuleado por igual por la burocracia, la guerra y la explotación desarrollista, mientras se defiende al mantener vivos sus mitos y leyendas familiares mediante el matriarcado y la herencia oral.

3. Mi país inventado

Un libro de Isabel Allende que tiene que pelear duro entre otros para ser mi favorito de ella. La razón es sencilla, como emigrante que volvió a su país y por el actual éxodo en el país este texto me resonó en el alma. Es la historia del Chile que ella recuerda, el que abandonó por el exilio y al que sólo ha vuelto de visita. La diferencia entre ese país, la patria emocional, que ella recuerda y el que se encuentra cuando visita. Lo que sigue amando y lo que detesta más que antes. El Chile que abandonó tras el Golpe de Estado contra Allende no volverá, y eso no es malo, pero está en su corazón.

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4. Primavera con esquina rota

Cuando estaba en Holanda muchas veces me sentí solo, alejado de mi realidad y un poco exiliado aunque me había ido por motu propio. Este libro de Mario Benedetti -así como Andamios- me hizo reír, llorar y emocionarme con sus historias de la yugoslava que trabajó en su casa y los inmigrantes que habían llegado a Uruguay por las distintas guerras en Europa. Un libro que me salvó y que atesoro siempre. Lo leí en la Biblioteca Pública de Ámsterdam, donde creo que nadie le había hecho caso.

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5. Siddharta

Herman Hesse me voló los sesos con este libro que además tiene una historia personal. Lo empecé a leer en 1999, me fui a vivir a Europa y lo terminé de leer en 2002. Rompió mis paradigmas: yo era vegetariano, hacía Yoga, no tomaba alcohol ni café ni té. Entonces tenía una especie de superioridad moral que terminó haciéndome sentir estúpido. El libro, que narra una historia alternativa inspirada en Buda lo muestra tan sensual y hedonista como altamente espiritual. Una búsqueda que lo lleva por muchísimos caminos, desde lo más elevado hasta lo más mundano, pero además, el libro es -similar al capítulo final de Paula de Isabel Allende- una mezcla de poesía, novela, libro de esoterismo y psicodelia sobre autores alemanas. Es como si viajaras en una nota de LSD a través de las letras lo que te lleva a reexaminar tu propia vida. Yo dejé de ser vegetariano y a buscar un equilibrio nuevo en mi vida.

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Nomino para este reto a @braulio @lamorrocoya @lissyfatima @lenyscarolina @hectorcortez7.