Aqui estoy nuevamente con un articulo muy interesante espero les sea de su agrado y lo aprovechen.
Desde siempre se ha podido observar que una persona que vive en contacto con el sol, el aire y el agua, está mucho más sana y robusta que otra metida en la gran ciudad, encerrada en su oscura casa y protegida de la luz. No es extraño que los médicos de antaño aconsejaran a sus enfermos convalecientes el contacto con el mar o la montaña, o largos paseos matinales; en definitiva, baños de aire y sol. Aunque fuese de un modo empírico, se sabía que la luz era un excelente tónico para todo el cuerpo y que el sol era un manantial de energía vital.
En efecto, por medio de las curas solares se aumentan las reservas de energía vital del organismo. Al incidir los rayos solares sobre la piel, se produce en ella una serie de procesos muy beneficiosos: formación de pigmentos, formación de vitamina D, aumento de vitamina A, aumento de las defensas contra los microbios, etc. La pigmentación es el factor fundamental en los efectos de la helioterapia. Es la coraza que nos protege de los azotes exteriores y evita cualquier contaminación de nuestro cuerpo. Hasta que se ha logrado una intensa pigmentación de nuestro cuerpo, deben tomarse precauciones contra insolaciones o quemaduras, pero una vez la piel esta pigmentada, la exposición al sol puede ser tan duradera como se desee.
Existe una relación muy estrecha entre una piel pigmentada y un organismo enfermo. En los pacientes con enfermedades graves o crónicas, la piel apenas se pigmenta, y la exposición al sol no hace más que enrojecerla. Una persona que no recibe los rayos solares se torna pálida, pierde el apetito y a la larga sufre una anemia progresiva por falta de glóbulos rojos.
A través de nuestra piel, todos nuestros órganos internos se benefician de las propiedades de los rayos solares. Al obtenerse una abundante transpiración, se facilita la eliminación de desechos, de manera que se ayuda a la posterior función renal, que mejora notablemente.
Por otra parte, la piel está en contacto con infinitas terminaciones nerviosas, que son excitables por la luz solar. De este modo, los baños solares son un excelente tónico del sistema nervioso y estimulante de los centros cerebrales. El sol por si solo cura todos los trastornos nerviosos y del carácter, pero es un positivo alivio para neurasténicos, abúlicos, hipocondríacos, y además enfermos del ánimo, que requieren indispensablemente un tratamiento con psicoterapia.
Asimismo, los baños de sol limpian y purifican la sangre, lo que no es de extrañar dado el estrecho contacto que existe entre la piel y el sistema circulatorio, a través de los capilares sanguíneos. También influyen positivamente sobre el aparato digestivo, facilitando las funciones de nutrición. En caso de albuminuria, se ha tratado al paciente con métodos helioterápicos a base de rayos ultravioleta, ya que se sabe que estos destruyen la albúmina. Los rayos solares mejoran también la fijación del calcio y el fósforo. Son, por lo tanto, muy útiles en la infancia y ejercen una acción tónica y estimulante en el niño, favorecen el crecimiento y aumentan la resistencia contra las enfermedades.
Como pueden ver, el sol es un gran agente vitalizador: no solo cura enfermedades sino que aumenta las defensas del organismo contra éstas. Mejora directamente las funciones de la piel y, a través de esta, la de todos los órganos internos, vigorizando el estado de salud en general.
Terapia de Sol
https://ndnatural.net/2015/04/01/la-helioterapia/
El sol es antimicrobiano por excelencia. Mucha gente cree que solo hay microbios donde la suciedad es patente, pero no es así. Están en todas partes: en el aire que respiramos, en el agua, en nuestras ropas, en la piel, incluso en la sangre y en nuestros intestinos. Pero en la persona sana se hallan en estado inofensivo. Además esta goza de recursos apropiados para mantener a raya los agentes extraños que puedan inquietarle; de ello se ocupan los glóbulos blancos, un tipo de células sanguíneas.
Cuando por alguna razón el cuerpo se debilita (enfriamiento, cansancio, etc.), las defensas pierden su eficacia, los microbios se tornan agresivos y virulentos y aparece la enfermedad.
La triple acción química, lumínica y calorífica de los rayos solares fortalece y vigoriza el organismo, y lo protege contra los microbios, por un lado, directamente actuando sobre la piel y por otro, estimulando los mecanismos internos de defensa y eliminación, en el caso de que la enfermedad ya este arraigada.
Los baños de sol son beneficiosos para todas las edades. Se puede empezar a tomar el sol a la edad de tres meses o incluso antes, pero siempre con mucha precaución, vigilando que la piel no enrojezca mucho y sin tener prisas para que esta adquiera un tono tostado. Se empezara solo exponiendo las piernas al sol y a continuación piernas y vientre. En días posteriores se puede ir aumentando lentamente las zonas de exposición, pero la cabeza se mantendrá siempre cubierta.
Esta experiencia la realice cuando nació mi hijo, hacen 23 años, todas las mañanas lo sacaba a tomar el sol, primero sus piernitas, luego piernitas y vientre y así progresivamente, siempre con su cabecita cubierta. Así lo fui preparando hasta exponerlo al sol general.
A partir de un año de edad, el niño que ha realizado una exposición al sol progresiva puede ya tomar el baño de sol general. A los dos años el niño ya podrá jugar libremente bajo el sol, pero siempre que haya sido bien entrenado con anterioridad, y siempre evitando el congestionarse. Conviene refrescarlo con agua de cuando en cuando. Esto fortalecerá al niño contra los cambios de temperatura y los resfriados. En los días muy calurosos, se deberá alternar el sol con la sombra.
Bebe tomando Sol
https://www.vix.com/pt/bdm/bebe/0-a-1-ano/materia/partir-de-quando-o-bebe-pode-tomar-sol
Para personas de avanzada edad, el resulta también muy beneficioso. Los baños solares son un excelente estimulante de la circulación sanguínea y contribuyen a la vasodilatación (ensanchamiento de los conductos sanguíneos). Esto alivia el trabajo de los músculos cardiacos, que tienen que hacer menos esfuerzos para impulsar la sangre a través de todo el cuerpo y mejora notablemente las frecuentes alteraciones circulatorias que se producen en las piernas de los ancianos. Tomar el sol constituye un eficaz método de combatir las enfermedades de la piel tan comunes en la tercera edad. Aquí también lo aplico actualmente con mi querida madre de 80 años, tuvo fractura de fémur y está en silla de ruedas y andadera, la sacamos a llevar el sol.
Abuela tomando su terapia de Sol
http://www.buenasterapias.es/helioterapia-tomar-el-sol-es-anticancerigeno-y-antibactericida/
Para la mujer embarazada debe ser casi obligada la práctica de los baños de sol, así conservara la salud y la vitalidad, y llegara al parto vigoroso y lleno de energías. Todos los problemas circulatorios y digestivos que el embarazo lleva consigo, debido fundamentalmente a la compresión de los órganos del vientre que ocasiona el crecimiento del futuro ser, hallaran remedio en la helioterapia, ya que se facilitara la digestión y la eliminación de las sustancias perjudiciales por transpiración, lo que contribuye además a reducir el trabajo del riñón. Además se producirá un aumento de vitaminas que beneficiara tanto a la madre como al niño, y lo que es muy importante, se regulara el mecanismo de fijación del calcio y el fosforo, que permite una buena formación de los huesos del nuevo ser y evita la descalcificación de la madre.
Esto lo aplique durante mi embarazo y gracias Dios me fue muy bien, mi parto fue por cesárea y de verdad todo salió como debía ser, dure un día en la clínica y el segundo ya en casa atendiendo a mi bebe, cuando mi hermana le hicieron la cesárea ella duro una semana en cama, ahí veo la diferencia. Gracias a Dios hasta hoy hemos estado perfectamente de salud.
Bella madre tomando Sol
http://www.abc.es/salud/noticias/20140402/abci-falta-vitaminad-fertilidad-201404011322.html
La práctica de los baños de sol contribuye a conservar y aumentar la belleza, especialmente en la mujer. No nos referimos únicamente al tono moreno que adquiere una piel expuesta al sol, por el que el hombre moderno lucha muchas veces horas y horas, de forma imprudente, sin previo habituamiento; me refiero a una exposición progresiva, que además de broncear la piel, le de elasticidad, tersura y suavidad.
Una cura solar unida al deporte y a una vida sana, aumenta en gran manera la fuerza muscular. Además el sol favorece el desarrollo armónico del organismo. Vigoriza, da firmeza y elasticidad a los pechos de la mujer, y es un gran remedio contra la obesidad.
No superar los 40 minutos de exposición en ninguna zona nunca, ese es el límite. Y evita el sol entre las 12:00 y las 17:00 de la tarde. Así como temperaturas muy elevadas.
No encontrarás medicina más barata. Siempre con las debidas precauciones, por supuesto. Sobre todo no excederse nunca en el tiempo. No te arrepentirás.