Pequeñas Historias - Grandes Momentos

Uno de los momentos más divertidos que vivo en mi clase es cuando es hora de contar las historias, es un tiempo muy esperado para los niños, ver sus caras de emoción, sus ojos llenos de alegría son todo un espectaculo, se sientan en círculos deseoso de escuchar lo que el maestro nos dirá hoy y esto causa un efecto positivo en ellos ya que los niños y yo nos sentimos más unidos.

Contar historias es un hábito que en muchos hogares fue en el pasado, en este momento los padres están tan abrumados, estresados, saturados de tareas y compromisos que no tienen tiempo para leer una historia a sus hijos en un momento de compartir o justo antes sobre dormir.

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Tomarse el tiempo para leer una historia a nuestros hijos no es una actividad simple, pero es algo que nos beneficia tanto a ellos como a nosotros, porque logramos una mayor relación creando lazos fuertes entre ambos.

Cuando lees un cuento a tus hijos, estimulas su lenguaje e imaginación, los conviertes en niños más reflexivos para comprender cómo deben comportarse, se desarrolla su intelecto, se estimula su memoria y su forma de expresarse, ya que su vocabulario se expande y son maravillosos en el momento de tranquilizarlos, estos son solo algunos de los muchos beneficios de leer una historia para los niños.

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Por eso quiero motivarlo hoy si lo ha dejado para retomar lo que era constante en muchas casas. Leer la historia puede hacernos ganar la confianza de nuestros niños para que puedan contarnos sobre sus vidas diarias y aprender muchas cosas sin que esto pueda aburrinos.

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