Maestros del engaño (Xango).

Era una tarde de verano, cuando me encontraba en el transporte público de la gran ciudad. Me dirigía a una charla sobre una plataforma de desarrollo empresarial, y como todo empresario tenía que ir vestido formalmente, y a eso le agregamos, que la persona que me invitó, me condicionó sobre mi forma de vestir, hacer lo contrario; implicaba prohibirme el acceso al lugar.

En fin, llevaba el mejor atuendo de mi guardarropa. Los zapatos bien boleados y mi arreglo personal ejecutado con pulcritud. Todo relucía al igual que mis ilusiones.

Después de unos minutos había llegado la hora de bajarme. Estando en la estación Polyforum Siqueiros, caminé unos metros hacia mi destino. Recorriendo esos metros, la felicidad y los soliloquios emergieron de la nada. Me preguntaba sobre lo afortunado que yo era, al recibir unos cursos sobre emprendimiento, liderazgo y finanzas, ¡sin costo alguno!, el complemento perfecto para mi crecimiento personal. Mi emoción salía por todos los poros de mi piel.

El reloj marcaba las 19:30 horas, enfrente de mí estaba un lujoso hotel, digno de una reunión empresarial. Me quedé absorto ante su belleza; un hotel que albergó mis ilusiones de manera efímera.

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Jacob R. (persona que me hizo cordialmente la invitación), me recibió con una cálida sonrisa en el lobby del hotel. Hicimos el saludo protocolario y nos enfilamos hacia el salón de reuniones. Al entrar al salón, Jacob me entregó una hoja, llevaba como título: mapa empresarial.


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Me llamó mucho la atención la foto de Robert Kiyosaki, debido a que he leído algunos libros de él. La filosofía de dicho autor para quien no la conozca, se reduce; al cambio de paradigma que tenemos arraigados por parte de nuestros padres y la sociedad (terminar una carrera profesional y conseguir un trabajo). Dejando en el pasado la era industrial, para darle la bienvenida, a la era de la información. Kiyosaki nos invita a escapar del pensamiento colectivo, sobre cómo ganamos el dinero. Navega en aguas tranquilas, con la frase: “Que el dinero trabaje para ti”.

Mi “buen amigo” Jacob, se sorprendió cuando le hable de Robert Kiyosaki, charlamos sobre sus libros minutos previos a la conferencia. Dicha sorpresa me causó intriga; pero esa intriga fue disipándose conforme los minutos pasaban.

Apareció el ponente (Andrés Fernando R.), se presentó y dio inicio a la conferencia. ¿Cuál es tu sueño?...con esta pregunta comenzó Andrés. Después de un breve silencio, continúo hablando sobre nuestros sueños y del tremendo poder que tenemos para llevarlos a cabo. Cada vez que Andrés pronunciaba una palabra, mis ilusiones perdían brillo, la frustración y la decepción se asomaban a través de mis pupilas. Cada idea y cada frase que Andrés exponía, eran un insulto a mi inteligencia. Mientras avanzaba la conferencia, la fuerza de mis ilusiones languidecían. Una retórica exquisita hecha de engaño, pero disfrazada de veracidad. Mentiras maquilladas con verdades. Una vil y ruin copia de la filosofía de Kiyosaki. Cuando mis ilusiones agonizaban, Andrés dio la estocada final; explicó el objetivo de la reunión “empresarial”.

El objetivo principal, se resumía a reclutar gente al sistema para generar ganancias de las inversiones iniciales y mensuales, entre más gente reclutáramos, más dinero obtendríamos (el negocio del siglo), poniendo como pretexto la venta y consumo de un jugo; esto para darle un halo de legitimidad a todo el show montado.

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Casi en la recta final de la conferencia, Andrés nos mostró fotos de todos los maestros, haciendo alarde de su estilo de vida: viajes, lujos y felicidad desbordante. Finalmente concluyó con este mantra: “Yo no te vendo un jugo, yo te vendo un estilo de vida”.

Cuando se consumó la conferencia, Jacob intuía mi respuesta, aun así, preguntó mi opinión. Sólo le dije que no me interesaba, no quise discutir y tampoco reclamarle. Al ver que la víctima se negaba, hizo su aparición uno de los socios. Aquel socio fue más brusco y enérgico al momento de afrontarme, entre el calor de la charla, tácitamente me llamaba estúpido, por no entrar a su negocio que podía salvar mi vida(en términos económicos) y el de todos los seres humanos del planeta.

Antes de continuar, para las personas que son ajenas a este tipo de negocios, les explicaré con brevedad y sencillez, algunos conceptos.

¿Qué es el network marketing?

Es un modelo de negocio piramidal, en el que el producto pasa directamente del fabricante al consumidor final, sin intermediarios en el proceso. Esto quiere decir: que el producto es el protagonista del negocio, no la gente que es reclutada. La bondad de este modelo, es que se puede obtener beneficios por las ventas generadas por las personas que forman parte de una red.

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¿Y cómo se crea una red?

Paso 1.-Imaginemos, que yo invito a dos personas al negocio. En este caso sería a Pedrito y a María.

Paso2.- Pedrito y María, invitan a dos personas cada uno. Invitan a Juanito, Lupita, Panchito y Carmelita, respectivamente.

Paso 3.- Juanito, Lupita, Panchito y Carmelita, invitan a dos personas cada uno. Y así sucesivamente.

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De esta manera, ya tenemos creada una red ¿y por qué se dice que es un negocio piramidal?, porque yo estaré por encima de Pedrito y María y de todos sus invitados.

Este tipo de negocios funcionan, a pesar de tener una forma piramidal, y funciona debido a que el negocio gira alrededor del producto o servicio que se provee. Los maestros de xango, aplican con rigor el concepto de esquema piramidal, en su obscuro negocio. Y esto nos lleva a esta pregunta:

¿Qué es un esquema piramidal?

Es un modelo de estafa en un esquema de negocios, donde los participantes recomiendan y reclutan a más personas con el objetivo de que las nuevas personas produzcan beneficios a los participantes originales. Obviamente se requiere que el número de participantes nuevos sea mayor al de los existentes, para que sigan obteniendo beneficios. Si es menor la cantidad de participantes nuevos pues… ya no es negocio.

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Luego de explicar a grandes rasgos lo que es el network marketing o redes de mercadeo (para los que no mastican el inglés como yo). Es necesario viajar en el tiempo y regresarme al instante en donde mis ilusiones nacieron.

Todo comenzó en mis clases gratuitas de educación financiera, impartidas por el museo de economía (MIDE). Estaba esperando mi turno para entrar a mi clase de la tarde. Se aproximaba la hora de la clase, cuando salió el grupo de la clase anterior. Fue en ese preciso momento cuando Jacob nos abordó a una chica y a mí. Nos contó que pertenecía a una plataforma de desarrollo empresarial y que daban cursos de liderazgo, emprendimiento y finanzas, totalmente gratuitos.

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Al percibir nuestro interés, pidió nuestros datos para avisarnos sobre los cursos que impartían en la plataforma de desarrollo empresarial. Transcurrieron algunos días, cuando recibí su llamada. Los cursos de liderazgo, emprendimiento y finanzas, me esperaban… Y bueno, el resto de la historia, ya la saben.

Estos maestros y pseudo empresarios, tienen el sistema perfecto para involucrar a sus víctimas. Habilidades sociales muy bien desarrolladas, técnicas de manipulación y persuasión manejadas con exactitud, y una logística inmejorable.

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Son personas sin escrúpulos, pisotean la honestidad y la ética, alimentando al monstruo de la avaricia. Veneran al Dios dinero con mucho fervor, no importa a cuantas personas tengan que engañar o cuantas ilusiones tengan que matar, el objetivo es claro; llegar a la cima de la red, sin importarles cuál sea el precio a pagar.

En algunos casos se aprovecharan de la necesidad de la gente, en otros casos, se aprovecharan de la ignorancia, y en mi caso, como el de muchos otros; se aprovecharon del deseo…el deseo de aprender; esto fue lo que me llenó de indignación y de coraje.

Espero que mi experiencia no se repita una vez más, que mi triste historia forme parte de tu bagaje. Ante las injusticias alcemos la voz. Que mi voz, sea tu voz, y que este grito individual se convierta muy pronto…en un clamor popular.

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