¿Quién es John Ford?
John Ford fue un actor, director y productor cinematográfico estadounidense, nació el primero 1 de febrero de 1894 y fallece el 31 de agosto de 1973 —bautizado como John Martin Feeney y que comenzó su carrera cinematográfica con el nombre de Jack Ford—, fue cuatro veces ganador del Premio de la Academia. Tuvo una carrera profesional de más de 50 años, en la que participó en casi todas las facetas del arte cinematográfico antes de dedicarse a la dirección, Su trayectoria va de los comienzos del cine hasta los años 60, donde aprovechó para contar una versión mítica de la historia de los Estados Unidos. Gracias a John Wayne se convirtió en lo que es, y hoy es admirado por gigantes como Orson Welles, Jean-Luc Godard, Steven Spielberg y Martin Scorsese. Ford dirigió más de 140 películas, muchas de ellas de cine mudo, y está ampliamente considerado uno de los cineastas más importantes e influyentes de su generación. Cineastas como Ingmar Bergman y Orson Welles lo consideraban uno de los grandes directores de cine de todos los tiempos.
Fue también marino y militar. Participó en la Segunda Guerra Mundial como oficial de los servicios cinematográficos de la Armada de los Estados Unidos y fue herido en combate durante la batalla de Midway. Tras el final de la guerra continuó siendo reservista, colaboró en la realización de documentales durante la Guerra de Corea y la de Vietnam y alcanzó el grado de contraalmirante.
Primeros Años y contactos con la industria del cine
Nacimiento e infancia
John Ford nació en una granja de Cape Elizabeth (Maine), fue bautizado con el nombre de John Martin Feeney, hijo de dos emigrantes irlandeses que le transmitieron su natal gaélico y el amor a su Irlanda de origen. Su padre, Sean A. Feeney, era oriundo de Galway, al igual que su madre, Barbara «Abbey» Curran, si bien la familia de ésta procedía de las islas Aran. Fue probablemente su madre quien inspiró la permanente asociación del hogar con la figura de una mujer presente a lo largo de su filmografía.
Fue el menor de once o trece hijos. A los cuatro años, las dificultades económicas que atravesaba la familia le obligaron a desplazarse a Portland (Maine), sustituyendo la granja familiar por un apartamento. Allí llegó a completar sus estudios secundarios sin que mostrara más inquietudes artísticas que una habilidad para la caricatura muy apreciada por sus amistades. Comenzó a trabajar en el departamento de publicidad de una fábrica de zapatos, y parece que intentó en vano entrar en la Academia Naval de Annapolis; en cualquier caso, Ford mostraría años después su amor por la Marina.
Primer contacto con la industria del cine
Su hermano mayor, Frank O'Feeney, se había desplazado a Hollywood en 1911. Allí, con el nombre artístico de Francis Ford, inició una prometedora carrera en la naciente industria cinematográfica. El joven Jack se uniría a él en 1913, trabajando a sus órdenes en diversos oficios: regidor, doble de acción, atrezzista, asistente de su hermano y actor. Pronto adoptó el apellido artístico de Francis y se hizo llamar Jack Ford, para disgusto de sus padres, a quienes no agradaba esa actividad profesional. Estos años le sirvieron al joven Jack para familiarizarse con el cine desde diversos ángulos y en diferentes géneros. Su hermano fue no sólo la primera influencia, sino quizá la más importante en su forma de hacer cine, lo que siempre provocó cierta envidia en Jack. Fuera de la tutela de su hermano, Ford participó como extra en el rodaje de «El nacimiento de una nación» (1915), lo que le permitió conocer la forma de trabajar de David W. Griffith, director por el que Ford siempre sintió respeto. Estos años junto a su hermano le sirvieron para conocer la industria, pero todavía no tenía conciencia de las posibilidades reales de la labor de dirección cinematográfica.
La época muda y su primera superproducción
Su trayectoria, comenzó con una amplia producción de películas mudas, parece una evolución lógica en su carrera, aunque el azar tuvo mucho que ver en tal tránsito. Se suele considerar que su primera película como director es The Tornado (1917), en la que también figura como guionista. Se trataba de un western de corta duración y mudo, pero supuso el comienzo de una larga y brillante carrera profesional. De los 62 filmes de diverso metraje que Ford rodó durante la época muda, ha sido reconocida como una de las bases que dieron origen al western. Pero su genio no puede limitarse a ese argumento. A través de un estilo personalísimo, que a menudo extendía los límites estéticos de la disciplina, sus películas retratan personajes complejos que reflejan los malestares de la sociedad. Es uno de los nombres más emblemáticos del cine estadounidense.
En 1924, Ford filmó su mayor producción hasta la fecha, el western de tonos épicos The Iron Horse (El caballo de hierro). La película no estaba concebida inicialmente como una superproducción, pero la Fox no reparó en gastos conforme avanzaba el rodaje, desarrollado durante el primer trimestre del año. La película narra en tono de epopeya la construcción del ferrocarril Transcontinental por las compañías Union Pacific y Central Pacific entre los años 1863 y 1869, trama acompañada de una relación sentimental entre los protagonistas, encarnados por George O'Brien y Madge Bellamy.
Quizá El caballo de hierro no sea la mejor película de la época silente de Ford, pero el director demostró saber hacer frente a las adversidades y dirigir a un numeroso equipo en condiciones difíciles. El resultado fue un éxito de taquilla que permitió que la compañía recuperase con creces su elevada inversión. Ello reforzó la posición de Ford en Fox y en la industria de Hollywood, en general y garantizó a Ford la continuidad como director. El tono grandioso de la cinta es compensado con cierta ironía, en la que colaboran los personajes de tres viejos borrachines irlandeses (tipo que se hará habitual en posteriores películas del director).
Diversidad de géneros
"Soy John Ford y hago westerns", supo decir. Aunque dirigió muchas y excelentes películas del Oeste, logró trascender toda etiqueta para convertirse en un gran cineasta; realizó películas de diversa temática con las que experimentó géneros distintos al western. Tras la desaparecida Hearts of Oak, melodrama de ambiente marítimo, Ford rodó Lightnin' (Don Pancho), comedia sin pretensiones aunque excesivamente larga, cuya acción se desarrolla en el peculiar Hotel Calivada, situado justo sobre el límite fronterizo entre los Estados de California y Nevada. La ubicación dará lugar a diversas situaciones cómicas, en las que destacan el matrimonio que regentea el hotel, personajes que prefiguran otros que poblarán más tarde la obra fordiana (como el Jeeter Lester de Tobacco Road).
Kentucky Pride (Sangre de pista) permitió a Ford introducirse en el ambiente para él grato de las carreras de caballos. La comedia se inicia desde el punto de vista subjetivo del equino protagonista hasta que pasa a contarnos las historias paralelas de su dueño, un hombre acaudalado que pierde su fortuna y su montura, y el mozo de cuadras, un irlandés interpretado por J. Farrel McDonald y que anticipa futuros personajes de Ford. The Fighting Heart (Corazón intrépido) es un desaparecido melodrama que gira en torno a las consecuencias del alcoholismo, reseñable por suponer la primera aparición de un joven Victor McLaglen en el cine de Ford, del que el actor llegaría a convertirse en un emblema.
The Shamrock Handicap (La hoja de trébol) permite a Ford retomar el tema de la equitación. Narra la historia de un bondadoso aristócrata irlandés arruinado por ser generoso con sus arrendatarios. Ello le obliga a vender su mejor caballo para que compita en los Estados Unidos. Lo que podría haber sido una tragedia, adquiere visos de una optimista historia de superación personal en la que el noble, su hija y su mejor jockey emigrarán a Norteamérica, triunfarán en las carreras y regresarán a la patria victoriosos. Tema muy grato a un emigrante de segunda generación como Ford. También narra una emigración desde Irlanda Mother Machree (¡Madre mía!), un film con el que la Fox experimentó la sincronización de música e imágenes y cuyo estreno se retrasó dos años. Solo conservada parcialmente, la película es excesivamente sentimental y discursiva y, aunque cercana a la temática habitual de Ford, está lejos en resultado.
Retorno al western
3 Bad Men (Tres hombres malos) está considerada por muchos críticos la mejor película del período silente de Ford. Basada en un hecho histórico, la carrera por la disputa de las tierras libres del Territorio de Dakota, podría haber dado lugar a otra superproducción épica como El caballo de hierro. Sin embargo, aunque la memorable secuencia de la carrera responde a ese planteamiento, el resto de la película se aparta de él. Oscilando con habilidad entre la comedia y el drama, la película presenta a tres bandidos de buen corazón que deciden defender a una joven huérfana y enfrentarse a un malvado sheriff. Los forajidos, conscientes de que su tiempo ha pasado, se sacrificarán por la muchacha y su novio, al que ellos mismos han ayudado a elegir, en lo que constituye un indudable anticipo del western crepuscular.
La película no fue un éxito de taquilla, pese a estar incluida en el género en el que Ford inició su carrera y con el que había conseguido su mayor éxito. Pasarían años hasta que el director volviera a dirigir su mirada hacia el oeste.
Éxito en el drama
Tras la encorsetada The Blue Eagle (El águila azul), film de ambiente castrense, Ford conocerá su mayor éxito de la era silente gracias al drama bélico Four Sons (Cuatro hijos). En este caso, público y crítica caminan de la mano al considerarla una gran película. Aunque hoy permanezca casi olvidada, supuso el encumbramiento de Ford a la misma altura de figuras de la época como el mismísimo Griffith. La película trata temas habituales en Ford, como la guerra, la nostalgia de la patria perdida (Baviera en este caso sustituye a la habitual Irlanda) y la emigración como forma de reconstruir la propia vida.
Fin de una era
Ford se despediría del cine mudo con tres películas muy diferentes. The Hangman's House (El legado trágico) supone una vuelta a Irlanda desde la perspectiva nacionalista que le caracterizó tras su contacto con el IRA. La película es reseñable por suponer la primera colaboración acreditada de John Wayne a las órdenes de Ford, además de contar de nuevo con Victor McLaglen. Riley the Cop (El policía sin esposas), nuevamente protagonizada por J. Farrell McDonald, es una comedia sin pretensiones relacionada con el slapstick en torno a un agente que se vanagloria de no haber efectuado nunca una detención y es enviado en misión al extranjero. Strong Boy (¡Viva la ambición!) estaba también protagonizada por McLaglen. Los dos últimos films fueron estrenados como películas mudas pero con sincronización musical, una técnica utilizada por los estudios en la fase de transición al sonoro.
Ford dirigió más de sesenta películas durante era del cine mudo. Aunque su carrera se hubiera truncado con la llegada del sonido, como ocurrió con grandes creadores como D. W. Griffith, Erich von Stroheim o Buster Keaton, su obra sería digna de consideración en la historia del cine. Pero Ford tenía todavía muchas más cosas que aportar.
Una década de adaptación
Napoleon's Barber (El barbero de Napoleón) constituye la primera toma de contacto de Ford con el cine sonoro. Es una película corta de Fox que trata una anécdota ficticia: camino de Waterloo, Napoleón Bonaparte se detiene en una barbería para ser afeitado; el barbero, que no lo reconoce, se explaya explicando lo que le haría al Emperador si lo tuviera delante... hasta que acaba reconociéndolo. Hoy perdida, la película no parece tener mayor interés que el de la experimentación de Ford con el sonido, discutiendo con los técnicos acerca de los límites de la nueva técnica.
Años después, Ford relató a Peter Bogdanovich cómo las productoras los despidieron a él y otros directores con la llegada del sonoro y los reemplazaron por directores teatrales. Cuando éstos fracasaron en una labor que desconocían por completo, Ford y los demás fueron contratados de nuevo con un aumento de sueldo. Según él, que los actores declamaran su diálogo durante el rodaje no era nuevo, pues ya se hacía durante la época muda por el público que sabía leer los labios. En cualquier caso, Ford fue de los directores que sobrevivieron al desarrollo técnico; y lo hizo gracias a asumir su condición de asalariado que debía obedecer las reglas impuestas por el patrón.
El primer reto serio del director fue The Black Watch (conocida como Shari, la hechicera o Shari, la hechicera oriental en el ámbito hispano). La Fox buscaba un espectáculo de aventuras exóticas de tinte colonialista británico que guardara ciertas similitudes con Las cuatro plumas, de la que se había rodado una nueva versión ese mismo año 1929. Nuevamente es uno de los actores predilectos de Ford, Victor McLaglen, quien interpreta al oficial protagonista, secundado por Myrna Loy en el rol femenino. La película está lastrada por el deseo de explotar a ultranza las posibilidades del sonido, por lo que abundan las canciones, música militar y alaridos bélicos. Además, los productores contrataron a un director teatral para que rodara nuevas y postizas escenas con los protagonistas, en las que la cámara se situaba en plano fijo y los actores declamaban teatralmente, para nuevo disgusto de Ford. Pese a ello, la película tiene algunos apuntes visuales positivos que llevaron al crítico Tag Gallagher a definirla como un melodrama neowagneriano.
El anterior film cumplió las expectativas económicas, y Ford recibió un nuevo encargo de Fox: Salute (conocida en español como El triunfo de la audacia o La audacia triunfa, 1929).
En Born Reckless (El intrépido), de nuevo con ayuda de Nichols, Ford asumió el papel contrario al que había sufrido en El caballo de hierro o The Black Watch, pues tuvo que terminar una película encargada a otro director. Puesto que el proyecto no le gustaba, optó por introducir un partido de béisbol como elemento cómico, de forma semejante a como había hecho en Salute.30 Algo similar ocurrió con Up the River (Río arriba), que contaba con un guion carcelario que disgustaba a Ford. Él y el comediante Bill Colliér reescribieron el guion convirtiéndolo en una hilarante comedia de gran éxito en la que los protagonistas entraban y salían del penal constantemente. El resultado es una extraña mezcla de géneros31 que dio fama a una inusual pareja formada por los casi debutantes Spencer Tracy y Humphrey Bogart, pero la guionista original se sintió muy molesta con Ford.
Más interés tiene Seas Beneath (Mar de fondo), nueva aventura marítima de la mano de Dudley Nichols y con la colaboración de George O'Brien. En esta ocasión se relata la actuación de la tripulación de un buque "cazasubmarinos" durante la Gran Guerra. Aunque cierta crítica destaca hallazgos expresivos que dotan de gran "fisicidad" a la acción, como la colocación de una cámara en la popa del submarino durante su emersión, Ford quedó molesto por la imposición por parte del estudio de una actriz protagonista a la que él consideraba incapaz.
Un nuevo icono y Nuevos trabajos
En 1933, Ford aceptó el encargo de realizar una película protagonizada por el popularísimo actor Will Rogers. El éxito de Doctor Bull propiciará la realización de otras dos películas, Judge Priest (1934) y Steamboat' Round the Bend (1935), componiendo un ciclo que, por reunir una serie de características propias, se denomina a veces la trilogía de Will Rogers.
En 1934, Ford comenzó a participar económicamente en sus películas. Se compró un yate al que bautizó "L'Araner" en homenaje a Irlanda que tendría hasta 1970. Rodaría dos películas más y empezaría a tener problemas por la presión de Hollywood. Continuó su amistad con John Wayne, que trabajó con él como figurante en sus primeras películas, en El delator.
En 1935 fundó, con King Vidor, Lewis Milestone, William A. Wellman, Frank Borzage y Gregory La Cava la Asociación de Directores, reemplazando así la Asociación de Directores de Películas. El delator, realizada muy rápido para la RKO le permitió abordar el tema de la Irlanda británica. No es un misterio su simpatía hacia el IRA. En esta película se descubre al Ford de los decorados interiores, está lejos de sus grandes producciones y decorados clásicos del oeste. Con este trabajo, inspirado en el cine expresionista recibe su primer Óscar al mejor director que iría a parar a la Asociación de directores fundada anteriormente.
En 1935, 20th Century Pictures absorbió a la Fox, y pasó a denominarse 20th Century Fox, de Darryl F. Zanuck. Realizó junto a su nuevo productor, un gran admirador de Abraham Lincoln, Prisionero del odio. Los problemas entre Ford y Zanuck comenzaron por el enfrentamiento a causa del acento sureño de Warner Baxter. Ford estuvo a punto de dejar la 20th Century Fox, pero finalmente accedió a los deseos de Zanuck. Desde entonces mantuvieron una estrecha amistad y admiración.
Dirigió a Katharine Hepburn en María Estuardo (Mary of Scotland) para la RKO en 1936. Dirigió también en 1937 Huracán sobre la Isla producida por Samuel Goldwyn.
En 1937 se alistó en el Comité cinematográfico de Ayuda a la República Española para ayudar a los republicanos combatientes en la Guerra Civil Española (1936-1939). Se encargó personalmente de enviar una ambulancia con las Brigadas Internacionales. Fue muy activo también en la lucha contra el nazismo. En 1938 defendió el bloqueo a la Alemania nazi y es nombrado miembro de la Liga Hollywoodiense Anti-Nazi. La firma del pacto germano-soviético le valió la crítica de los comunistas que le acusaron de "propaganda de guerra".
El período clásico
El momento donde John Ford hizo las películas que lo convirtieron en leyenda
De La diligencia a El fugitivo
Ford en 1946 con La diligencia, Ford regresó al western. En esta película cuenta con John Wayne que recibe la oportunidad de su vida y se convertirá en una gran estrella. Los exteriores se rodaron en Monument Valley. La película fue nominada a ocho Óscar, de los que consiguió el de actor secundario con Thomas Mitchell y el de banda sonora, y Ford recibió el Premio de la Crítica Cinematográfica Neoyorquina. La diligencia se considera como la mejor película del Oeste de todos los tiempos.
Después y junto a Zanuck retomó su pasión por Lincoln y rodaron juntos El joven Lincoln con Henry Fonda, que será el protagonista de sus dos películas siguientes: The Grapes of Wrath (Las viñas de la ira, Viñas de ira o Las uvas de la ira) (colaboración número doce con el guionista Nunnally Johnson) y Corazones indomables. En 1941 ganó nuevamente el Óscar al mejor director por Las Uvas de la Ira. Su talento por fin es reconocido por los profesionales y la crítica.
Volvió a trabajar con John Wayne en The Long Voyage Home. La última película de Ford antes de la guerra (Qué verde era mi valle) fue todo un éxito de público y crítica. Recibió cinco Óscar, entre ellos el de mejor película y mejor dirección (arrebatándoselo a Citizen Kane de Orson Welles).
En 1939 Ford tuvo la intuición de que América no tardaría en entrar en la Segunda Guerra Mundial. Se puso a la cabeza de un grupo de cineastas que pidieron a Franklin Roosevelt el boicot a la Alemania nazi y fundó un grupo de gente de Hollywood al servicio de la Armada Americana, llamado Naval Field Photographic Unit. Tras el ataque japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, se fundaron otros dos grupos similares.
Durante la guerra, Ford y su equipo recorrieron los teatros de operaciones militares. A principios de 1942 fueron al frente del Pacífico y realizaron para la Marina los documentales 7 de diciembre (sobre el ataque a Pearl Harbor) y La batalla de Midway (una batalla decisiva a partir de la cual Estados Unidos empezó poco a poco a ganar la guerra). Las imágenes del ataque japonés a la isla de Midway fueron rodadas por el mismo Ford. Los dos reportajes le valieron un Óscar al mejor documental. Realizó también una pequeña película para las familias de las víctimas de Midway llamada Escuadrón Torpedo. En 1942 se trasladó al norte de África para cubrir el desembarco. Durante 1943 cubrió múltiples operaciones exteriores así como las victorias de los aliados en Victoria en Birmania (Victory in Burma). Cubre también en 1944 el desembarco de Normandía. Sigue también al ejército durante la preparación del Proceso de Nuremberg.
De febrero a junio de 1945 rodó They were expendable para la Metro-Goldwyn-Mayer, con John Wayne, Robert Montgomery y Donna Reed. Esta es, junto con Hombres Intrépidos (1940) la única película de Ford sobre la Segunda Guerra Mundial, en la que tan activamente participó. El dinero recaudado por esta película fue destinado para los veteranos de la Field Photo Unit y la Field Photo Farm.
Después de la guerra regresó a Hollywood y a rodó otra vez en Monumental Valley: Pasión de los fuertes. En El fugitivo (1947) trabajó de nuevo con Henry Fonda, a quien permitía interpretar con total libertad.
El hombre tranquilo
La dirigió en 1952, de nuevo en compañía de su actor predilecto, John Wayne. La película trata sobre un boxeador norteamericano, Sean Thorton (interpretado por Wayne), que regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y escapar de su pasado. Allí se enamora de una alegre chica, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, incluidos el pago de una dote y la oposición del temperamental hermano de su prometida.
La película obtuvo siete nominaciones a los Óscar, incluyendo mejor película, y fue galardonada por dos. Una de las estatuillas fue a manos de Ford y la otra a los directores de fotografía Winton C. Hoch y Archie Stout. Está considerada como una de las mejores películas de la historia