Mitad y Mitad

-Hola, un amigo de esta calle me comento sobre usted...
-Me dijo que podía ayudarme en mi soledad, y en todo lo mal que me esta yendo.

Todo se quedo en silencio hasta que belcebú hablo.

-Si puedo ayudarte, pero que deseas?

Juan contesta:

-Bueno primero que nada quiero una familia, segundo que mis negocios progresen y así tener bastante dinero, y por ultimo que mi mala suerte cambie por completo..

Belcebú contesta muy tranquilamente:

-Eso es muy facil, pero a cambio necesito algo de ti.

-Y que será? contesta Juan.

-Todo lo que hagas de ahora en adelante será por mitad y en 18 años yo regreso a cobrar mi deuda y así quedamos pagos, te parece bien?

Juan trago en seco, pero el estaba seguro de lo que quería, y contesto:
-Me parece perfecto.

Muy bien dice Belcebú, entonces nos vemos pronto. Y así como apareció de la nada, de igual forma desapareció cuando cruzo la esquina al final de la calle.

Al día siguiente Juan pensaba que había sido un sueño, pero al darse cuenta que todo estaba cambiando, decide ir abrir una cuenta en el banco para así dividir todo por mitad. Así pasaron semanas y todo había mejorado, los negocios fluían perfectamente, el dinero le llegaba como una bendición, también una enamorada llego a su vida, todo era perfecto. Asi pasaron 5 años y su boda llego, todo iba de maravilla, Juan era el hombre mas feliz del mundo, viajaba por todo el mundo con su mujer, todo era alegría y felicidad.

Ya pasado 9 años de aquel encuentro, su mujer sale embarazada y tienen una linda Niña al cual le pusieron el nombre de iara, la niña era la gran bendición de la familia, el hombre daba la vida por su niña, era bonita, inteligente, honesta, amorosa, etc.
Todo seguía fluyendo de la mejor manera, día a día las cosas mejoraban más y más en los negocios y en la felicidad de Juan, cuando se acercaba el día de volver a encontrarse con aquel hombre misterioso que le cambio su vida ya estaba preparado.

Llego el 27 de Enero de 1998 a las 12 en punto de la madrugada, ni un minuto más ni un minuto menos, Juan espero en la puerta a Belcebú, quien venia caminando al final de la esquina de la calle con toda tranquilidad, al llegar a la puerta le dice:
-Hola querido Juan, como te fue en estos 18 años?
A lo que contesta:
-Muy bien, Gracias por ayudarme y que mi vida cambiara como la deseaba.
-Excelente! exclama Belcebú, ya sabes porque estoy aquí, vengo a cobrar mi deuda.
-Si, lo estaba esperando. Aquí tiene una cuenta que durante los 18 años dividí mis ganancias por mitad, aquí están las llaves de una casa y 3 carros idénticos a los que compre, y así todo lo que era ganancia se lo entrego, sin quitarle ni un centavo, ni trato de engañarlo con nada, todo por igual.
-Muchas gracias Juan, dice Belcebú, pero eso no es todo lo que me debe, recuerda que todo era por mitad.
Asustado, Juan le dice: Le juro que es todo lo que hice, siempre lo partí a la mitad.
-Si tu lo dices Juan, es así, de todos modos gracias por hacer un trato conmigo, se dio la vuelta y caminando desapareció.
Juan todo pensativo se preguntaba que falto por entregarle si el muy minuciosamente le guardo cada centavo y cada cosa que adquiría durante los 18 años, Juan decide entrar a la casa a dormir ya que su vida continuaba al día siguiente, y cuando entra en la sala de su casa encuentra a su esposa y a su hija picadas por la mitad con una nota que decía:
-Recuerda que el trato fue que cada cosa que llegara a tu vida a partir de ese momento era MITAD y MITAD. Gracias por hacer un trato conmigo. ATTE: Belcebú.

Me despido de todos, hasta una nueva publicación. Saludos.