Definitivamente es cierto, la actitud lo es todo en la vida. ¿Cuántas veces nos hemos visto agobiados por un problema, una enfermedad o una situación de la cual no podemos escapar o simplemente no tiene solución?
Esta reflexión, de un autor desconocido, es perfecta para cuando nos sintamos así:
Una mujer muy sabia se despertó una mañana, se miró al espejo,
y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
Hmmm -pensó-, Creo que hoy me voy a hacer una trenza
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
Al día siguiente, se despertó, se miró al espejo,
y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
Humm -dijo-,’Creo que hoy me peinaré de raya en medio
Así lo hizo y pasó un día grandioso.
El siguiente día cuando despertó, se miró al espejo,
y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
Bueno -ella dijo-, ahora me voy a hacer una cola de caballo
Así lo hizo y tuvo un día muy, pero muy divertido.
A la mañana siguiente cuando despertó, corrió al espejo
y enseguida notó que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
!Que Bien’ -exclamó-. Hoy no voy a tener que peinarme.
Nuestra clase de vida no está determinada por lo que sucede, sino por nuestra reacción a lo que nos sucede.
¡No dejemos que los malos momentos empañen la alegría o el entusiasmo en nosotros, más bien busquemos el aprendizaje oculto en ellos y disfrutemos cada segundo de nuestra vida!