Carta de un fotógrafo a la ciudad de Caracas

in cervantes •  6 years ago  (edited)
(Apertura: 1. ISO: 100. Velocidad de obturación: 1.4000. ISO: 100). El Hatillo.


Ser fotógrafo en Caracas es algo que mucha gente catalogaría como aventurero. En países normales, los delincuentes son seres que se arriesgan, que luchan en un ambiente hostil en el que ellos tienen que esconderse debido a sus actividades, pero en cambio, aquí son las personas comunes quienes deben actuar con disimulo. A diario se escucha la frase: “No saques el teléfono, que te lo van a robar”. Entonces, ¿cómo es posible andar  con una cámara en la capital de Venezuela?  

Vivir en Patrialandia es una experiencia difícil, incomprensible para todo el que no haya estado nunca en la Venezuela actual. Una de las cosas más complicadas que nos ha tocado sufrir es el incremento descontrolado de la inseguridad en las décadas del chavismo, la cual terminó sometiendo a la población. Por lo tanto, ser fotógrafo en Caracas es desafiar a las estadísticas. Aquí, la discreción es el principio supremo de todo portador de una cámara, pero también, lo son la prudencia y la intuición. Hay que permitir que la lógica y el instinto te guíen en esta ciudad de peligros.  

Sacar una cámara en Caracas siempre trae el dilema: “¿Se puede?”. La respuesta varía. Depende de la zona, el momento, y las circunstancias. En lo personal, a mí me gusta hacer retratos callejeros, siempre en jardines o lugares públicos, me fascina. No me gusta la fotografía de estudio. Entonces eso involucra una serie de condiciones, reglas que uno se impone para sobrevivir. Hacer una instantánea puede convertirse en un tormento, porque es difícil distinguir entre la paranoia y la prudencia.

Hay que aprender a leer los momentos. Esa es la norma básica de la fotografía, pero en Venezuela, su definición se expande. Es por eso que yo nunca hago fotos de noche, como también procuro ver la afluencia de personas caminando por el área, evaluar si hay algún guardia de seguridad allí, entre otras cosas. Y hay zonas en las que no saco la cámara bajo ningún concepto. Luchamos contra una limitación acosadora, es un tema que persigue sin dar descanso. También procuro no sacar a mi “bebé” todos los días. Y lo más importante: no guárdarla un bolso de marca lindo y presentable, sino en una lonchera vieja y sucia que no llama la atención de ningún delincuente. Mientras más discreción, mejor.     

Es indispensable tener mucho cuidado con las locaciones. En Caracas no existe ningún sitio en el que el miedo no esté presente, pero no en todos afecta en igual medida. Existen pocas excepciones, y aún así, bajar la guardia no está permitido. Por ende, siempre busco sitos cerrados donde el sol también sea un transeúnte. Centros comerciales, casas, balcones, terrazas: lugares que permitan el paso de la luz natural, pero no de los motorizados.

El tema de la inseguridad en Caracas es trágico. Conozco a personas que no se atreven a salir de sus casas, literalmente, viven en una prisión voluntaria. También tengo conocimiento de otras que no pueden salir sin llevar consigo un nerviosismo crónico, y cada movimiento que ven cuando están fuera de sus hogares lo interpretan como un posible intento de robo o secuestro. Pero si el fotógrafo necesita una comunicación con el mundo externo, ¿qué puede hacer en esta ciudad? La respuesta es simple: aceptar la situación y enfrentar sus miedos, hacerse una estrategia para desenvolverse procurando evitar los peligros.   

(Apertura: 1. ISO: 100. Velocidad de obturación: 1.80). Ciudad Banesco, Bello Monte

Muchas veces me han dicho: “Hey, ten cuidado con la cámara, no la andes sacando”. Es un consejo sabio. Esta es la ciudad del crimen. Pero… ¿qué ganaría yo dejando mi cámara prisionera en mi hogar?, ¿cuál sería el punto de ser fotógrafo? En los casi dos años que tengo haciendo fotos callejeras he vivido experiencias increíbles, de esas que siempre recordaré. No puedo despreciar las anécdotas que he presenciado. Siempre estaré agradecido con las personas que he tenido el gusto de conocer. He podido sentir como mi trabajo ha evolucionado, y siento curiosidad por el crecimiento futuro. Además, las sesiones que me han salido han sido gracias a la actividad al aire libre –o relativamente libre- que he hecho. Sin temor a equivocarme, no ha sido una mala decisión sumergirme en Caracas con mi equipo.

Caracas es una capital hermosa, quien la conoce de verdad, puede asegurarlo, pero en estos tiempos, su belleza se hace difícil de ver. No pienso bajar la retaguardia, a paso firme, pienso seguir haciendo fotos de forma discreta, para nutrirme de los rostros de sus transeúntes, porque sin lugar a dudas, eso también es vivir la ciudad.  

Gracias, Caracas.


   (Apertura: 1. ISO: 100. Velocidad de obturación: 1.640. ISO: 100). PDVSA La Estancia.

(Apertura: 1. ISO: 100. Velocidad de obturación: 1.2500. ISO: 100). Universidad Central de Venezuela (UCV).

     (Apertura: 1. ISO: 100. Velocidad de obturación: 1.250. ISO: 100). Centro Comercial El Millenium.      

Si quieres ver más de mi trabajo fotográfico, sígueme en Instagram: https://www.instagram.com/sr_mowgli/ 

  


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Es verdad, quien no haya vivido Caracas de la última década no puede ni imaginarse lo tortuoso que puede ser salir a diario. Yo era hasta hace poco de esos que vivían en una crisis de sólo caminar la acera, tal vez aún lo soy un poco, pero ciertamente puedo dar fe de que el encarcelamiento que se siente es asfixiante en cualquier parte de la ciudad.

Mis respetos a todos los osados que desafían cada vez que pueden a ésta barbarie que se camufla entre el concreto y los edificios. Hacen falta más miradas así, al menos para recuperar la facultad de encontrar belleza en este caos. Así tal vez uno empieza a andar menos cabizbajo, menos desolado y hasta puede que se sorprenda de ver algo grato. :)

Todos andamos así. No existe una sola persona en esta ciudad que no sufra por el tema de la delincuencia.
Lo que he procurado con este artículo es hablar de la posibilidad de vencer ese miedo, y ser prudente a la hora de sacar la cámara. La ciudad tiene mucha belleza, y si uno permite que el miedo lo domine, no podrá hacer nada contra él.
Gracias por leerme, mi pana.

La ciudad de Caracas tiene sus peligros pero aún así es bella, es una belleza particular pues nos hace pensar más en lo que pudo ser y no fue que en la belleza en si.


Éste post ha sido votado por el proyecto de curación de arte, música y literatura CELF, y será propuesto para recibir votos de mayor peso.

Concuerdo en un 100%. Caracas es una bella ciudad con el constante pensamiento de lo que pudo llegar a ser. Aún así, no deja de ser una metropolis hermosa, plagada de personas que llevan consigo un espíritu especial.

Agradezco mucho su voto. Para mí es un auténtico honor.

excelente mi pana buenas fotos en la ciudad de la furia caracas. donde todo se vale, el riesgo vale la pena muchas veces, saludos

Muchas gracias por el halago.
Sí, ciertamente, tras todo lo que he vivido no me cabe duda de que el riesgo ha valido la pena todo este tiempo. No tengo ningunda duda.

Un riesgo inminente, yo quiero tomarle una foto a la iglesia de Ocumare del Tuy pero me da pánico. Eres valiente, en toda la zona central sacar una cámara vaya que implica el mayor acto de valentía, de los niveles de inseguridad ni hablar, pocos son los que no han sido victima del hampa ilimitada. Bello tu trabajo fotográfico.

Bueno, por eso dejo los tips, porque hay que aprender a leer las situaciones y los lugares.
Se trata de vencer ese miedo y usar la intuición para hacer fotos evadiendo la inseguridad. Pero aún así, nunca deja de ser un riesgo.

Hay que ser arriesgado, los tips están buenos pero es como dices siempre habrá riesgo :(

Sí, es cierto. Nunca dejará de estar. De todas formas, te invito a intentar hacer fotos en algunos lugares, con mucha precaución.
Saludos.

buenas capturas amigo!

Gracias, amigo. Para mí ha sido un gusto hacerlas.

Excelente post . Excelentes fotos. Lo que dices es absolutamente cierto, y no se trata solo de Caracas es el país entero: el ciudadano de bien adopta comportamientos de delincuente toda vez que son ellos quienes quienes tienen el control de la ciudad. Somos como gacelas con el temor constante de terminar como presas de algún depredador.

Y el que a pesar de lo anterior, sigas con tu pasión es tanto loable como muy valiente.

Éxitos!

Gracias, , mi pana.
Ciertamente, negar el peligro llevaría a cualquiera a la tragedia, pero con consciencia, quizás sea posible tratar de pasar inadvertido. Y sí, en eso tienes razón: es en toda Venezuela. Aunque ciertamente, no en todos afecta en la misma medida, yo he tomado fotos en otras partes del país, y no es con la misma intensidad. Hay sitios hasta peores que Caracas, Valles del Tuy lo sufre horrible, y toda la parte del Callao ni se diga. Pero hay que ir más allá del miedo.
Gracias por tus comentarios, hacer fotos es una pasión para mí.

Esa es la clave: tu pasión. Esa es una fuerza indetenible. Sigue así, llegarás muy lejos.